Como otras tantas veces, la fiesta de la Virgen del Pilar se convirtió ayer en un reencuentro entre la Guardia Civil y la sociedad de A Mariña. Autoridades, miembros de otras fuerzas de seguridad, empresarios y vecinos compartieron con mandos y agentes de la la Guardia Civil un día realmente especial para quienes tienen encomendada la misión de velar por la seguridad ciudadana.
El guión se repitió en prácticamente todas las localidades. En todas ellas hubo una misa, en honor al Pilar, y después los guardias civiles y los representantes de la sociedad mariñana compartieron aperitivos. Entre las más concurridas, las de Viveiro, Burela, Ribadeo o Barreiros, sin olvidar al destacamento de Tráfico. Incluso en el día de su patrona, los guardias civiles se mantuvieron vigilantes.