Nadie de la corporación ferrolana acudió a la ofrenda a la patrona
14 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La presencia del nutrido grupo de autoridades y políticos que ayer acudieron a Mondoñedo, a la ofrenda a la Virgen de Os Remedios, entre ellos el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, la conselleira de Medio Ambiente, Ethel Vázquez o el portavoz del Senado, José Manuel Barreiro, junto con José Manuel Balseiro y numerosos alcaldes de la comarca y de la zona norte de la provincia coruñesa no ocultaron una ausencia muy destacada, la del Concello de Ferrol.
La alcaldesa Elena Candia explicaba que invitaron al regidor y no vino: «respeto tódalas decisións, pero paréceme que debería estar aquí».
Ferrol, además de compartir la capitalidad de la diócesis con Mondoñedo cuenta con fuertes vínculos con la ciudad mindoniense, con quien está hermanada. Pero ni acudió el regidor ni ningún otro miembro de la corporación ferrolana, ni siquiera el PP, del partido de la alcaldesa mindoniense, que matizaba que al acto sólo se invita a los alcaldes, excepto en el caso del Concello que hace la ofrenda, que entonces se invita a toda la corporación. Así ocurrió con los de Vilalba, cuyo alcalde, Gerardo Criado, hizo la ofrenda, pidiendo a la Virgen sabiduría para dar solución a lo cotidiano y a lo extraordinario. Y mencionó tres asuntos, la situación de la juventud, de los refugiados (inmigrantes) y de los trabajadores del campo. Le dio la réplica el cardenal Antonio María Rouco Varela, que, para sorpresa de algunos, presidió la homilía en un momento en que el obispado de Mondoñedo-Ferrol está sin mitrado y tiene al frente a un administrador diocesano, Antonio Rodríguez Basanta, que asistió también a los actos.
También estuvieron presentes los representantes de las cofradías de Semana Santa de Ferrol y Viveiro, que participaron al rematar la procesión en la comida oficial celebrada en un restaurante local. Almuerzo que, puntualizaba la alcaldesa mindoniense, pagaba cada uno de los asistentes.
Al margen de cuestiones oficiales, vecinos y foráneos acudieron a Mondoñedo, unos para honrar a una Virgen que cuenta con numerosos devotos, otros para compartir con los allegados los festejos.