Una mujer la encontró la esclava cerca del instituto Perdouro y la entregó a la Policía Local, donde permaneció durante una semana hasta que su propietaria, una profesora del instituto, la reclamó
28 ene 2015 . Actualizado a las 02:35 h.La esclava de oro que permanecía depositada en la caja fuerte de la Policía Local de Burela, a quien se la entregó el martes de la semana pasada una joven que la había encontrado cerca del Instituto O Perdouro volvió ayer a manos de su propietaria. La joya pertenece a la profesora del centro educativo mencionado Cándida Campos Crecente y la que la encontró es otra docente del mismo instituto, Ana Martínez que, ignorante de que pertenecía a una compañera, cuando la halló la llevó a las dependencias de la Policía Local de Burela. Cuenta que como reside en Viveiro incluso pensó en dejarla en la comisaría, pero se lo pensó mejor y dijo que ya que la había encontrado en Burela, se la entregaría a la policía de esta localidad por si alguien la reclamaba. La dueña ya había echado en falta la pulsera, pero no estaba segura de si la había perdido o simplemente andaba extraviada por la casa. La que la puso en alerta fue su hija, que el domingo, cuando se publicó en este periódico la noticia sobre la esclava, recibió por WhatsApp mensajes sobre la noticia. Luego la llamaron otras dos personas a las que había comentado el caso. Y ayer por la mañana, cuando comentaba el tema a unos compañeros, la oyó la compañera que la había localizado y se lo comentó. Esta no había sospechado quien podía ser la dueña porque el nombre que llevaba grabado la esclava era del de Cati, como familiarmente llaman a Cándida en su casa. Esta, agradecida, prometía ayer una mariscada a su bienhechora. La joya, dijo, tenía valor sentimental. Era un regalo que le hizo su hija con el dinero de la 1ª comunión.