«Ellos sabrán lo que hacen», señala el alcalde, Enrique Fenández (PP)
03 sep 2015 . Actualizado a las 18:55 h.El «no» del Principado a la mina de oro de Tapia ?se ofrece más información en la página 12, en la sección de Galicia? pone punto y final a casi cinco años de incertidumbre, cuando AsturGold se hizo con los derechos para explotar el yacimiento y comenzó a tramitar el proyecto. Once mil personas presentaron currículos, que ahora ven sus expectativas frustradas. Del otro bando, los colectivos opositores a la mina celebraron la noticia. Oro No mostró su satisfacción, pero a pesar de ello manifestaron que debían estudiar con detenimiento el documento de la CAMA. Creen lógico que el Principado atendiese los informes de la Confederación Hidrográfica del Norte. Por su parte, la Coordinadora Ecologista de Asturias celebró que «haya imperado la cordura». Pese al informe desfavorable el colectivo sigue cargando contra el Principado, al que acusa de haber sido «un coladero» y le responsabiliza de las reclamaciones patrimoniales que ahora pueda presentar AsturGold, «en vista de todas las trampas cometidas por el Principado en estos años de tramitación, responsabilidades que tienen que asumir el Consejero de Economía el señor Graciano Torre y el presidente del Principado, Javier Fernández, como valedores de este impactante proyecto minero». A juicio de la coordinadora, el Principado ha quedado «marcado, como consentidor de un proyecto ambientalmente inasumible, al que no han podido dar el visto bueno a pesar de sus intenciones». Mientras, el alcalde, Enrique Fernández (PP), que siempre se pronunció a favor de la mina, ayer no quiso valorar el dictamen del Principado y se limitó a manifestar escuetamente: «Ellos sabrán lo que hacen». Por su parte, AsturGold divulgó un comunicado expresando su «sorpresa y decepción» ante la negativa del Principado: «Varios años de trabajo y cerca de 20 millones de dólares invertidos en el desarrollo de una minería del siglo XXI, no han sido suficientes para responder a las legítimas expectativas profesionales de las, aproximadamente, doce mil familias que percibían esta iniciativa económica como la única opción laboral en una comarca azotada como pocas por la crisis», señaló.