Gracias por estos 10 años que he compartido con vosotros, en los que he crecido no solo profesionalmente sino también a nivel personal. Tengo que cerrar esta ventana porque me estaba haciendo daño a nivel psicológico y también físico, esperando que alguna puerta se me abra a nivel laboral. Nadie dijo que fuera fácil pero sé que me transmitís fuerza para luchar. De todos me llevo un trocito de vuestro corazón, de los que estáis ahí y de los que nos han dejado de manera repentina. Sois «especiales» en el sentido más amplio de la palabra y nunca me olvidaré de que soy mejor persona después de haberos conocido. Me siento muy orgullosa de todos vosotros y seguir así, no cambiéis.
Quizás esta manera de despedirme es de cobardes, pero no estoy preparada para acudir a las instalaciones a hacerlo, espero lo entendáis.
También agradecer a la Asociación por haberme dado esta oportunidad de trabajar con sus hijos hace diez años cumpliendo así con mi vocación.
Esta despedida no tiene por qué ser un «adiós» puede ser un «hasta luego» porque la vida es larga y pone a cada uno en su sitio.
Para finalizar desearos una Feliz Navidad en compañía de vuestros seres queridos, amigos, compañeros y familia y que Aspanane no pierda la esencia y siga luchando por vuestros derechos y calidad de vida. En la distancia yo también lo seguiré haciendo. Siempre estaréis conmigo.