«Traballo no puede saber si repercute en los usuarios el conflicto» en el geriátrico de Burela

Firmando como "un grupo de trabajadores de la Residencia de Maiores de Burela", personal de ese geriátrico público ha difundido un nuevo comunicado con el que dicen "querer expresar nuestra disconformidad con las declaraciones que, con respecto al conflicto de nuestro centro, hace la Consellería de Traballo e Benestar". Aluden a una información publicada hoy por este diario. Literalmente, la nota de parte de la plantilla del geriátrico de Burela dice:

«En respuesta a lo publicado en La Voz de Galicia el 11 de diciembre, un grupo de trabajadores de la Residencia de Maiores de Burela, queremos expresar nuestra disconformidad con las declaraciones, que con respecto al conflicto de nuestro centro, hace la Consellería de Traballo e Benestar.

En ellas la consellería reconoce la existencia de un conflicto laboral y de que es consciente de que viene de hace tiempo, por lo que queda claro que la única decisión tomada hasta el momento, el cese de la dirección, no es solución, y que pese a ser consciente de la naturaleza real del problema, reconoce su incapacidad para buscarle una solución satisfactoria y duradera en el tiempo.

Manifiesta que ha trabajado con el personal para salvar las diferencias, pero la realidad es que hasta el momento de la aparición de este conflicto en prensa, conocedores desde hace años del problema, ninguna administración de las implicadas se ha hecho eco de lo que aquí acontecía, dando incluso el parabién a afirmaciones y acusaciones infundadas procedentes de una parte minoritaria de los trabajadores a las que también dio voz el comité de empresa, sin contrastar con el resto de la plantilla y pese a las objeciones de otros sindicatos como CC.OO.

Sobre el proyecto de coaching, destacar que se planteó por parte de la administración sin buscar la participación de los trabajadores ni del comité, que desconocían los datos concretos del proyecto; incluso las primeras sesiones se plantearon con un secretismo que generó desconfianza entre el personal además de no contar con todos los colectivos de trabajadores.

Con el desarrollo del proyecto se vio, una vez más, que parte de la plantilla, grupo minoritario cuyas conductas identificamos como raíz del problema y que denunciamos mediante un escrito firmado por más del 65% del personal, no tenía el menor interés en participar en la organización del centro y además bloquea sistemáticamente el trabajo realizado por los demás, situación que se viene manteniendo en el tiempo y persiste actualmente.

Todo esto trajo como consecuencia que no se cumpliese el cronograma del proyecto y es más, que desde el mes de mayo no tengamos ninguna referencia de que el proyecto siga en marcha, dejando incluso tareas inacabadas de las personas que si se implicaron.

Los protocolos de actuación de los que dicen que se avanzó en la redacción, no existen, lo que hay son esbozos, realizados por el personal de algunos departamentos muy concretos, que marcan unas mínimas pautas de organización, y escritos, de la dirección ya cesada, aclarando temas concretos sobre los que surgían bloqueos, por parte de los de siempre, que limitaban mucho el funcionamiento del centro, sin existir el necesario trabajo en equipo e implicación de todos los perfiles profesionales del centro tan necesario para el buen funcionamiento del mismo.

Todo esto se llevo a cabo gracias al trabajo personal de los profesionales que se quisieron implicar y el apoyo de la dirección, ahora cesada, y a pesar del bloqueo de ese grupo minoritario de trabajadores y la nula respuesta por parte de la administración.

Dicen también que este conflicto no repercute en la calidad del servicio prestado y la atención a los usuarios, a este respecto solo una alegación: No pueden saber si repercute o no en la calidad del servicio y la atención dispensada a los usuarios, porque la administración no se ha molestado en hablar con ellos ni con sus familias».

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