La Fiscalía rebaja las penas a varios de los acusados de vender drogas en Foz

viveiro / la voz

A MARIÑA

El juicio contra varios de los detenidos en la operación Hansel y Gretel quedó visto para sentencia en la Audiencia

27 nov 2014 . Actualizado a las 12:30 h.

Ayer quedó visto para sentencia el juicio celebrado en la Audiencia contra un grupo de súbditos marroquíes acusados de tráfico de drogas, y, en el caso de la única súbdita española y de una de las mujeres marroquíes, por presuntas cómplices.

Los hechos que se les imputan ocurrieron en Foz. Según el escrito de Fiscalía, durante el año 2011 y principios de 2012, los acusados, seis de ellos marroquíes y miembros de la misma familia, más la española, se dedicaron a trapichear con droga, especialmente hachís y cocaína, que distribuían entre los consumidores que contactaban con ellos a través del teléfono móvil. En esas llamadas concertaban el lugar de la entrega y precio de las sustancias. Luego los acusados acudían a la cita que habían acordado y en un breve encuentro, cambiaban los estupefacientes por dinero. Elegían lugares distintos para no llamar la atención.

La responsabilidad que les imputa Fiscalía es diferente en unos y otras. Los dos principales acusados son H.E.M. y A.E.B., que ya habían permanecido en prisión provisional diez y once meses, respectivamente; en el caso de N.K, el tiempo de estancia en la cárcel fue de unos seis meses.

Según Fiscalía, los dos primeros concertaban citas y suministraban la droga a los consumidores, labores que también realizaban, en menor medida, M.E.B. y N.K., que también se ocupaban de conseguir las sustancias que vendían los otros, negociando con proveedores o acudiendo a Marruecos a buscarlas. F.B, madre de dos de los acusados y tía de otro, colaboraba en tareas menores (llevando y trayendo la droga entre ellos y facilitando la comunicación entre el grupo y controlando al sobrino). F.E.R, colaboraba con su esposo haciendo entregas o recogidas ocasionales. Y la española, R.O.M. facilitaría los contactos. Fiscalíaaceptó rebajar las penas a los que reconocieron los hechos que se les imputan. Pero parte de los marroquíes no fueron a juicio al no poder localizados.