Los cimientos de un creador: David Catá

A MARIÑA

28 sep 2014 . Actualizado a las 22:11 h.

Un día, nos contaban que, la naturaleza no se destruye, sólo se transforma. Quizá en energía. Quizá en percepciones. Quizá en sentimientos. Quizá en esa procesión de ánimas que justifican los Petos de las encrucijadas, desde dónde tenemos que decidir el siguiente paso en una vida que no se para en el tiempo. David Catá. Mariñano de Viveiro. Mindoniense de la generación mejor preparada para cambiar este mundo, con el que cuanto más sabemos, menos identificados nos sentimos. De ahí que encontremos refugio -peto de ánimas- en los recuerdos, en la cultura, en el paisaje. Este artista polifacético. Capaz de soñar con la música de su acordeón. Capaz de transmitirnos sus vivencias, las que entran por los poros de su piel curtida por o vento mareiro, y que se transforma en obras plásticas, o como percibe la realidad de sus pensamientos en la palma de una mano de hombre que desea emocionarnos con su mundo fotográfico.

Inquieto. Buena gente. Le pregunté por su caminar, desde lo alto del Monte Medela, con mi pueblo, San Ciprián, tendido sobre la mar, casi en forma de ballena. Esas gestas de antaño, que nos hacen orgullosos, de ser y estar, en la costa más al norte.

Pero, para ser artista, creador, discípulo de los que nos precedieron con su discurso sobre la naturaleza viva, hay que graduarse en el asfalto de aquellas urbes -civitas- que son los foros en los que se aprende o simplemente, se alcanza la necesaria solidez, en los cimientos, de una carrera artística.

Camino de la vieja Europa

Por eso, David, volará con las hojas ocres, láminas de oro procedentes del carballo, árbol mágico de nuestro pueblo Celta, tomará el camino de Berlín. De la vieja Europa. De la ciudad con más expresiones artísticas.

Nada que ver, con la emigración involuntaria, por necesidad de supervivencia. En este caso, se trata de hacer camino tras el conocimiento, tras la mistura del arte, tras una gran puerta que, como la de Brandeburgo, une occidente y oriente, en la historia de un pueblo.