Ferraz aún no se ha manifestado sobre la expulsión de los ediles de Foz ni les ha pedido sus actas

Han pasado tres semanas desde que el PSOE provincial envió a la Comisión Ejecutiva Federal el expediente de expulsión provisional de dos de los ediles afiliados de Foz -Ramón Sixto y Ana Isabel Villarino- para que ese organismo tramitara su baja en el partido. Aquel 3 de septiembre la ejecutiva provincial también pedía la devolución de las actas de los cuatro concejales, tanto de los dos militantes como de los independientes. El expediente de expulsión era provisional mientras no se entregaran las actas, algo que desde Madrid no se les pidió a los cuatro concejales. Lo confirmaron ayer desde el partido y también los exediles socialistas -ahora en el grupo mixto y de no adscritos- que no han recibido ni una sola notificación del partido en este período.

Aunque ellos anunciaron su marcha del partido el 30 de agosto y presentaron la tramitación de su baja cuatro días después, desde el PSOE nadie ha contactado con ellos, ni a título personal, ni por carta, confirmaba ayer el edil Ramón Sixto.

Por la prensa

Las decisiones disciplinarias las conocen por las informaciones de prensa, aunque tienen claro que esas decisiones llegaron tarde, después de que ellos dejaran el partido y comunicaran que no dejarían las actas de ediles.

Lo que está todavía por decidir es cómo el PSOE encarará esta nueva etapa. Se presenta compleja teniendo en cuenta que el partido carece de representación municipal en la corporación, que se enfrenta a una pérdida de afiliados -42 se marcharon días después en un gesto solidario con los exediles- y con un proceso de primarias muy abierto, fijado para finales de noviembre, pero todavía sin ningún candidato oficial.

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