Concluyó en Burela el primer festival Osa do Mar, dos días de un evento que se concibió como un trampolín para más de veinte grupos de música, en su mayoría gallegos, pero también de Asturias y Portugal. Su música y el variado programa de actividades complementarias, desde un campeonato BMX a grafitis, talleres a sesiones vermús en los bares, animaron Burela estos días. Y eso que el tiempo no acompañó tanto como se esperaba y obligó a alterar el programa, por ejemplo, suspendiendo el concurso de surf. Al cierre de esta edición quedaba aún mucha fiesta por delante, con actuaciones como las de Triángulo de Amor Bizarro, Cró¡, Guerrera, Unicomibot, Orquesta Metamovida y Dj Chente, que tenía programado el inicio de su pase a las cuatro y media de la madrugada, todo ello en el recinto Osa do Mar, en A Marosa, transformada en un espacio especial . con mucho público.
Desde la organización, ayer se mostraban satisfechos de la evolución del festival. Del primer día, el viernes, decían que «á xente custoulle un pouco entrar, pero ao final encheuse ben». Ayer la afluencia fue notable y todo hacía presagiar que la noche iba a ser un éxito