Delincuentes habituales robaron en un céntrico negocio ribadense

VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

El dueño calcula pérdidas de unos tres mil euros, entre el dinero y los daños

20 ago 2014 . Actualizado a las 07:06 h.

A unos tres mil euros asciende el importe de las pérdidas sufridas por un bar-restaurante situado en la Calle Vilalba de Ribadeo, durante el robo que sufrió durante la noche del lunes al martes.

El responsable del establecimiento explicó que hicieron como Papá Noel, pero al revés, entraron por la ventana con el saco vacío y salieron por el mismo sitio, con el saco lleno.

Previamente, seguramente que utilizando una maza, practicaron un agujero en el cristal de seguridad para meter un alambre y abrir. Una vez dentro reventaron la tragaperras para vaciarla y se llevaron también unos 500 euros que había dentro de la registradora. Aparentemente no tocaron la bebida ni les interesó nada más, iban a por dinero y no les importó que el local estuviese situado en una céntrica calle ni que las luces de dentro estuvieran encendidas, como habitualmente las dejan, como medida de seguridad.

Por el sistema que lleva incorporado la máquina tragaperras saben que los delincuentes actuaron hacia las cuatro y veinte de la madrugada.

El afectado no quiso desvelar ciertos datos de la investigación, pero parece que los autores han dejado numerosas huellas. Suponen que se trata de unos delincuentes habituales, extranjeros, que en los últimos 40 días han sido detenidos unas cuatro veces. Ante este dato, el afectado señalaba que a estas alturas ya dan ganas de colocar un cartel: «Bienvenidos señores de la noche, ya que la Justicia no puede hacer nada, sepan que en este establecimiento no queda dinero».

En cualquier caso, la Guardia Civil investiga este robo que pudiera no ser el único que ha ocurrido en la comarca, ya que este tipo de grupos suele dar varios golpes en un misma noche, aunque no han trascendido noticias al respecto.

Ayer por la tarde, el hostelero ribadense que sufrió el robo permanecía dentro del establecimiento, pendiente de que le colocaran un cristal nuevo en la ventana por donde accedieron.