Desatornillan las uralitas del techo para robar en un taller de Ferreira

VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

Los cacos se llevaron varias máquinas y material, como aceite y ruedas

19 ago 2014 . Actualizado a las 07:05 h.

El sábado pasado el propietario de un taller mecánico situado en Ferreira do Valadouro se topó con la desagradable sorpresa de que le habían entrado en el establecimiento, llevándose varias máquinas de valor y otro material.

Desde la fachada, que mira hacia la carretera general, no se veían signos de nada anormal, ya que los ladrones entraron y salieron por el techo de la nave. Según explicó el propietario, quitaron los tornillos de varias chapas de uralita con la finalidad de levantar una de ellas para hacer hueco para entrar. Primero lo habían intentado por una zona distinta, pero al toparse con dificultades, se trasladaron a la zona situada encima de la cabina donde pintan y aprovecharon las chimeneas para descolgarse. Una vez dentro revolvieron la oficina, de donde se llevaron unos 40 o 50 euros en monedas. Con el ordenador lo intentaron también, pero no pudieron, al estar sujeto.

Lo que si se llevaron fue una máquina de diagnosis, otra de programar válvulas, tres radiales (dos de ellas pequeñas y una grande), un taladro, una pistola de impacto de batería, unas remachadoras, etcétera, además de varias ruedas nuevas y unas dos cajas de aceite.

Todo el material fue sacado al exterior por el mismo hueco habilitado en el techo. Para subirlo se sirvieron de unas escaleras plegables que guardaban en el interior.

Por las huellas que hallaron dentro cuando examinó el lugar la Guardia Civil, creen que a las instalaciones solo entró una persona, aunque fuera debía haber otras de apoyo. Es más, están convencidos de que algo interrumpió a los delincuentes mientras daban el golpe, porque se dejaron encima del tejado un taladro viejo y algunas ruedas listas para llevarse.

El afectado explicó que tras saltar la verja que hay detrás, retirar las uralitas les debió de resultar relativamente fácil porque habían reparado el tejado, colocando ganchos nuevos y aún no se habían oxidado, con lo cual aflojarlos no tuvo que ser complicado; además, los ladrones pudieron trabajar con cierta tranquilidad porque, según el dueño, en la parte trasera tienen también un galpón donde guardan residuos y otros materiales y ese galpón saca la visibilidad a quien circula por esa parte, de manera que si los ladrones estaban en faena, con agacharse ya estaban a resguardo de las miradas de los que pudieran pasar por allí.

Aparte del valor de todos los equipos robados, que ayer no tenían aun cuantificados, están los daños causados en las instalaciones, donde tendrán que reponer unas ocho o diez chapas del techo y están los perjuicios que les están ocasionando para realizar el trabajo, al carecer de la maquinaria que necesitan para llevar a cabo algunas tareas.

En el casco urbano de Ferreira ya se han producido más robos en los últimos años. Sufrió uno la gasolinera que antes funcionaba en la localidad, entraron también en varios locales de hostelería, así como en una joyería, a pesar de que los dueños vivían en el mismo edificio y que incluso oyeron a los cacos, aunque se dieron a la fuga antes de que pudieran tomar medidas.