Roban las joyas y 1.700 euros en una vivienda de Burela

Inmaculada Eiroá González
I. EIROÁ BURELA / LA VOZ

A MARIÑA

Era el dinero del mes, adelantado por la marea, de una familia inmigrante

30 jul 2014 . Actualizado a las 07:07 h.

Poco más de media hora es lo que emplearon los delincuentes en entrar y poner patas arriba una casa situada al final de la Calle Pascual Veiga de Burela, más conocida como Calle do Can, una de las más antiguas de la localidad y donde ahora viven bastantes familias caboverdianas y de otras nacionalidades. Allí, en la casa mencionada, habita también una familia de inmigrantes peruanos a los que los cacos robaron las joyas y los 1.700 euros que el padre de familia le había dejado a su esposa, antes de volver a embarcar en un pesquero (anda al pez espada y al bonito) para pagar el alquiler y afrontar los gastos del mes.

Según explicaba la víctima, a las 20.45 horas del domingo salió de casa con su hijo pequeño y la hija de su marido y se acercaron al domicilio de la suegra, regresando una media hora o tres cuartos de hora después. Al llegar a casa y abrir la puerta ya vio que el sofá no estaba en su sitio, por lo que volvió a salir fuera y llamó a la Guardia Civil, temiendo que los intrusos estuvieran dentro aún. Acudieron unos agentes que revisaron la casa. Según contó, le habían dejado todo patas arriba, seguramente que buscando el botín. Localizaron el dinero que había guardado dentro de un sobre, en el cajón de la coqueta de la habitación de su hijo. Se llevaron los 1.700 euros dejando el sobre tirado en la casa. Se llevaron también las joyas y salieron por donde habían entrado, por la puerta del salón, a la que le habían roto el cristal y que al marcharse dejaron abierta.

La mujer señala que en los más de diez años que lleva en Burela nunca le había sucedido una cosa así. Lamentó que se hubiesen llevado todo el dinero que tenía para los gastos del mes y que le habían adelantado a su marido por la marea.

La Guardia Civil investiga este robo, cometido en una de las calles del casco urbano y cuando había todavía luz diurna y la gente estaba en la calle.