Pamelas, boleros y morriña indiana en Ribadeo

RAQUEL ZAS / Y. G. RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Ribadeo celebró un bonito y divertido homenaje a su patrimonio y antepasado emigrante

14 jul 2014 . Actualizado a las 14:47 h.

Nada más pisar Ribadeo ya se respira cierto aire de época. Pamelas, bordados, vestidos largos y claros, con mucho encaje, sombreros de paja para los hombres que lucen trajes blancos... un escenario que bien pudiera venir del set de rodaje de Lo que el viento se llevó. Pero regresó.

Los vecinos y los comercios se implicaron con la fiesta temática e histórica. Ribadeo volvía al siglo pasado y desentonaba cualquiera que llevase unos tenis o un smartphone. A las 11.00 de la mañana abría el mercado de ultramar lleno de mercancía llegada del otro continente. A esa misma hora en el auditorio municipal, los indianos se movían al ritmo de merengue y cumbia.

Una hora después, al barrio indiano le ponía más ritmo el grupo de percusión de la Escola Municipal de Música e Danza de Ribadeo. Ya por la tarde, más diversión a raudales con «Na procura da pegada indiana», un juego en el que había que pasar una serie de pruebas para alcanzar los premios, uno de 300 euros y otro de 150 euros en vales de Acisa.

Cubanos y argentinos, entre otros, trajeron aquí a finales del siglo XIX su pasión por la música y el ritmo que estuvieron muy presentes este fin de semana en Ribadeo. Zúmballe Batukada puso la percusión, mientras que en el auditorio municipal se bailaba salsa y bachata. En el Círculo Habanero Xesús Ramón Copa Novo habló de «A emigración galega e a morriña: Viaxe de ida e volta»

La mayor parte de los indianos que regresaron a Galicia entonces fueron cubanos, y estos días su espíritu se revivió en Ribadeo con los boleros de Jamila Purofilim, las actuaciones teatrales callejeras y las verbenas tradicionales amenizadas por el grupo Tiruleque. Una mezcla de ritmo, color y pasión indianos.

Una primera edición sin duda multitudinaria y divertida, donde se respiró un ambiente indiano de lo más fiel. Tanto los vecinos como los comerciantes se metieron en el papel al cien por cien y se esforzaron en que este primer festejo fuese todo un éxito.

de fiesta otro viaje en a mariña al pasado

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