Turismo mariñano

A MARIÑA

04 jul 2014 . Actualizado a las 19:56 h.

Comenzó julio. Todo indica que tendremos un verano seco. Cuestión que no debería preocuparnos. La lluvia en Galicia es arte. Que se lo pregunten a los fotógrafos de las rúas compostelanas. El Cantábrico no tiene nada que ver con el Mediterráneo. Aquí las luces son otras. Los cielos y la mar, no son los que pintó Sorolla.

En 1967, el puerto de San Ciprián, tenía dos fuentes económicas capaces de generar esperanzas para mejorar la calidad de vida del conjunto que formaban Islas San Cyprianus -Archipiélago Trileucos de Ptolomeo- y las maneras de ser, estar y vivir de las gentes de mar. Nos despertaba, el cuerno marino, que indicaba la llegada al muelle de las embarcaciones de bajura con chicharro, sardina, fanecas, budiones y salmonetes.

Por aquellos tiempos, julio se caracterizaba por la llegada de la flota bonitera. Barcos de madera, algunos todavía con matrícula de los puertos vascos. El precio en la rula, el traslado a las conserveras de Celeiro, la alegría por el cambio socio económico que se estaba produciendo, gracias a la pesca, era más que evidente. Lo mismo sucedía en Celeiro y Foz. Todas estas hermosas vivencias están recogidas en la exposición "Días de Mar", que inaugura en el CENIMA de Foz. el Seminario de Estudos Terra de Viveiro.

Pero hay más. Se creó en el antiguo puerto de las Reales Fábricas de Sargadelos- lo que hoy es Praza do Campos- el primer Centro de Iniciativas Turísticas de la provincia de Lugo. Se hizo tanto por la importancia que se concedía al turismo como fuente de riqueza, como por el desarrollo de lo que luego sería la sociedad del ocio. Las vacaciones estivales en las costas del norte. La ocupación de las casas marineras por familias del interior. El descubrimiento de la naturaleza como bien para la salud y el descanso.

El CIT de San Ciprián, se crea en 1967. Lo preside Don Francisco Rivera Manso. Su estatuto lo realiza Don Alfredo Sánchez Carro, delegado de información y turismo, veraneante de San Ciprián. En aquella directiva estaban personas tan queridas como Rivera Casás, Fernández Baltar, Mosquera Ferrando, González López, Pastor Sánchez. La razón de su impulso es contrarrestar la continúa deriva de recursos desde el Concello de Cervo, con el Alcalde Arcadio Pardiñas a Burela, mientras en San Ciprián no había apenas agua corriente, se necesitaba el muro de la Anxuela para proteger al muelle, se requería más potencia eléctrica, otra central de teléfonos, recogida de las basuras y una farmacia. Todo esto lo solicitó el CIT, que no sólo difundía las bellezas paisajísticas, buscaba la adecuación del pueblo para sus habitantes.

Este CIT, tan gallego y mariñano, con el paso del tiempo se transformó en "la casa regional de los asturianos", olvidando los estatutos fundacionales, o las normas que dieron lugar a tales entidades, y ello a pesar de haber recibido por parte de la factoría de Aluminio, un local del que todavía se dispone. Si bien, parece lógico y así se hará, instalar un quiosco especializado en información turística en el centro del pueblo.

El turismo como actividad económica debe fundamentarse en: conocimiento y divulgación del patrimonio histórico, artístico, cultural y ecológico del Territorio; oferta amable de la identidad gallega y mariñana; buen servicio basado en la profesionalidad de la hostelería, limpieza, equipamientos socio deportivos, buena acogida. No basta con el slogan un tanto casposo de "Península de paz". Es mucho más atractivo y objetivo, mostrar las tradiciones celtas, balleneras, ilustradas de Sargadelos, junto con la gastronomía propia de la costa Cantábrica gallega.