Hasta el próximo 4 de abril la Armada destacará en la ría de Vivero a un grupo de submarinistas pertenecientes a la Unidad de Buceo de Ferrol, para llevar a cabo una misión de adiestramiento propio programada, que permitirá además llevar a cabo actividades relacionadas con la vigilancia y la seguridad del patrimonio arqueológico que oculta la ría, relacionado con los naufragios ocurridos en sus aguas.
Esta actividad se realiza en coordinación con el Ministerio de Cultura, y con la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta. No es la primera vez que la unidad de buceo de la ferrolana base naval de A Graña realiza este tipo de actividades en aguas viveirenses. En otras inmersiones ya realizaron el rastreo de pecios arqueológicos e incluso de bancos de arena que podrían haber variado el fondo marino de la ría.
La Armada enmarca el operativo dentro de las competencias asignadas por el artículo 16 de la Ley orgánica 5 / 2005 de Defensa Nacional que le asigna responsabilidades en materia de vigilancia y seguridad del patrimonio arqueológico subacuático, y que se refleja en el acuerdo entre los ministerios de Defensa y Cultura sobre colaboración y coordinación en la protección del patrimonio subacuático.
Los buzos de la Armada situarán balizas de seguridad y ayuda a la navegación si en sus inmersiones detectan que pecios arqueológicos o bancos de arena han variado los fondos marinos de la ría.
La Xunta y el Ministerio de Cultura realizaron en varias ocasiones prospecciones en la ría de Viveiro. Una de ellas permitió realizar planos de los fondos, incidiendo especialmente en la zona en la que están localizados los restos del bergantín Palomo y la fragata Magdalena, barcos de la Armada que naufragaron hace más de doscientos años por una galerna. La Magdalena fue expoliada de forma reiterada desde su hundimiento, mientras que el Palomo aseguran los técnicos que está «tapado y bastante íntegro».