El naufragio y posterior rescate de una regatista australiana en la ría de Ribadeo pudo acabar en tragedia

José Francisco Alonso Quelle
JOSE ALONSO RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

XAIME RAMALLAL

08 nov 2013 . Actualizado a las 07:02 h.

El naufragio y rescate de una regatista australiana de 26 años el miércoles por la noche en Ribadeo pudo acabar en una tragedia, con varias víctimas. Por fortuna, la única pérdida fue el velero, un 6.50 que se hundió y que ayer el mar hacía pedazos golpeándolo contra las rocas en las inmediaciones de A Punta da Cruz, en la bocana de franja asturiana de la ría.

Ocurrió sobre las ocho de la tarde, cuando el velero era remolcado por un barco de la organización de la regata Mini Transat a Ribadeo. El mar era muy fuerte y la noche, cerrada y cubierta, complicaba la operación. El cabo se rompió, la regatista, por el busco movimiento y quizás una ola, cayó al mar.

El práctico, Francisco Torviso, entraba a puerto con un mercante de 90 metros cuando se encontró en medio del canal con estas embarcaciones y con otras, también de 6,50 metros que acompañaban el remolque. Se trata de veleros sin motor, por lo que los esquivó a duras penas, de noche y con intenso oleaje, pasando a escasos metros y con las rocas amenazantes. En el rescate de la regatista, el patrón de la lancha del práctico cayó al mar. «El riesgo fue altísimo. No hubo muertes de milagro», recordaba ayer Torviso.