Declaran en el Juzgado de Mondoñedo por la desaparición de imágenes religiosas de A Mariña

José Francisco Alonso Quelle
JOSÉ ALONSO RIBADEO / LA VOZ

A MARIÑA

01 ago 2012 . Actualizado a las 07:06 h.

El caso de las tallas desaparecidas en iglesias de Ribadeo y Trabada en las que ejerció los últimos años el expárroco valenciano José Emilio Silvaje Aparisi se depurará en los juzgados. Tras la denuncia presentada por el Obispado semanas atrás, ayer se tomaron las primeras declaraciones, en el marco de las diligencias previas que se instruyen en el juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Mondoñedo.

A falta de que declare Silvaje -previsiblemente lo hará este mes-, ayer un coleccionista mindoniense, J.J.O.S., declaró como imputado y reconoció haber recibido piezas y objetos de culto del expárroco valenciano. Varias de ellas las intercambio con un anticuario de la zona, que ayer también declaró como imputado y que a su vez ha presentado una denuncia por este caso al considerarse una víctima más.

J.J.O.S. es marqués consorte. Fue esta condición nobiliaria la que, según declaró ayer, hizo que Silvaje entablase amistad con él, porque al expárroco le interesaba relacionarse con gente del nivel eclesiástico y nobiliario en el que se mueve J.J.O.S..

El coleccionista mindoniense añadió que Silvaje le entregó, entre otras piezas, una campana rota, una imagen de San Cayetano, dos estanterías rotas de madera, un armario/confesionario sin puerta, unos trozos sueltos de altar y un reclinatorio. Dijo que todo estaba en muy mal estado y que por eso decidió intercambiar la campana y una talla de San Francisco por dos cuadros que le ofreció un anticuario. Aseguró que nunca supo del supuesto origen ilícito de los objetos y que nunca tuvo intención de revenderlos ni de obtener algún beneficio económico.

J.J.O.S. también apuntó que no le consta que José Emilio Silvaje Aparisi haya vendido, donado o entregado más objetos a otras personas. Dijo, además, que no pagó por ellos y que tampoco lo hubiese hecho aunque se lo pidiesen. Y desveló que varios de los objetos de culto están en su poder y que está dispuesto a entregarlos a quien corresponda.

Documento de donación

Tras el revuelo que se suscitó cuando el caso de la desaparición de piezas se hizo público, el anticuario llamó a J.J.O.S.. Así lo reconoció este en su declaración. Dijo que le llamó atónito y que él lo tranquilizó diciendo que tenía un recibo de la donación de José Emilio Silvaje.

Por su parte, el anticuario manifestó ayer ante el juez ser una víctima de esta situación. Explicó que en otras ocasiones recibió antigüedades eclesiásticas, y que en este caso también cumplió con su obligación de solicitar el DNI, hacer un contrato de compraventa o del negocio que fuese y después asentarlo en el libro.

Concluyó su declaración señalando que todo lo ocurrido le ha repercutido muy negativamente en el ámbito personal y profesional, perdiendo dinero con la restauración que hizo de una imagen de San Francisco y llegando a tener que responder preguntas de gente que se interesaba por saber si él había sido detenido.