¿A quién pertenece la iglesia y el cementerio de Bogo?

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso A PONTENOVA / LA VOZ

A MARIÑA

Carlos florentino Gavino Santiso

Desde el año 2008 el Concello es el dueño, aunque lo ignoraba

27 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

María Luisa Corredoira consultaba los planos de la concentración parcelaria de Bogo cuando se quedó pasmada al comprobar que en una masa común cedida por la Xunta al Concello se encuentra la iglesia y el cementerio parroquial. Sin dar crédito a lo que veía, dice que lo puso en conocimiento del Obispado y de la Conferencia Episcopal, también del alcalde y del párroco. Quienes le respondieron ?señala? lo hicieron con perplejidad y dudas. Pero la realidad es esa: el Ayuntamiento es el propietario desde el año 2008 de la finca en la que se hayan el templo y el cementerio. El asunto ha trascendido en las últimas horas, provocando el lógico estupor entre los parroquianos y vecinos de A Pontenova. También fue comentado en el pleno de anoche. (Se ofrece más información en la página 14, en la sección de Galicia).

El alcalde, Darío Campos, dice que hasta que María Luisa Corredoira desveló el hecho, ignoraba esta nueva propiedad del Ayuntamiento. Dice que es cierto que fue él quien pidió esa masa común, con otras muchas, para dedicarlas a diferentes fines, desde fosas sépticas a aparcamientos. En este caso era para ampliar el cementerio y, tras solicitárselo previamente los vecinos. En junio del 2008, el delegado territorial de la Xunta, Emilio López (BNG), lo aceptó, y como nadie recurrió el Obispado se quedó definitivamente sin su propiedad. Eso si es que alguna vez fue dueño del tempo. Porque ayer Darío Campos explicaba: «Chamei a Medio Rural e dixéronme que a Igrexa non presentara documentación de propiedade algunha e que por iso todo estaba en unha masa común. Agora supoño que teremos que falar con Medio Rural e que a Igrexa presente os papeis para amañar este asunto». Campos insistió en que cuando el Concello solicitó la cesión de la masa común ignoraba que en la finca se incluyesen esas propiedades.

Pero María Luisa Corredoira no opina así. Y lo pone de relieve. Hace unos días publicó en una página web de A Pontenova una esquela por el templo y la iglesia. Muchos vecinos no entendieron el mensaje. Ayer lo aclaraba, hablando sin titubeos de un expolio, una tropelía y un abuso. Dice que al contárselo al párroco, incrédulo, no quiso recibirla, pero de igual modo le envió toda la documentación. Pero antes de que le llegara, al día siguiente, el sacerdote la llamó para manifestarle que había hablado con el alcalde y que lo negaba todo y que era falso lo que ella decía. Dice que espera que todo se resuelva pronto y cívicamente, pero advierte: «A mí la boca no me la van a cerrar hasta que el señor Darío Campos devuelva la propiedad a quien le corresponde, es decir, a la parroquia». Y concluye: «No hay quien se trague que todo esto ha sido un error».