Imágenes rurales de A Pontenova recorren el mundo con Ansola

Yolanda García Ramos
yolanda garcía A PONTENOVA / LA VOZ

A MARIÑA

Vicente Ansola, en el centro, ayer con vecinos.
Vicente Ansola, en el centro, ayer con vecinos. carlos gavino< / span>

Una exposición internacional incluirá fotos de «O pobo das néboas»

12 ene 2012 . Actualizado a las 11:05 h.

Vicente Ansola se autodefine «retratista de Vilaeimil». Un rincón de A Pontenova que ha elegido como su segundo hogar este fotógrafo cántabro. Un pedacito de A Mariña que, gracias a su reciente triunfo en la categoría de artista emergente de los prestigiosos premios Hasselblad Masters 2012, cuenta con un vecino especial, amigo de sus paisanos, sus historias, su cultura, sus tradiciones... Tanto, que con su cámara captó el alma de los tres núcleos rurales cercanos, Vilarxubín, Bogo y Sampaio para su cuidado libro O pobo das néboas. Cinco de sus fotografías han sido las galardonadas en dicho certamen. Recorrerán a través de una exposición internacional desde Los Ángeles, hasta Nueva York (donde el Instituto Cervantes y la Casa de Galicia de Queens ya tienen el libro), Berlín, Tokio, Mumbai, Moscú...

Vicente Ansola conduce por esas tierras de A Pontenova que le enamoraron. Recibe montones de felicitaciones, por teléfono, en persona, en Facebook... Fue el único español que llegó a la final del certamen, sobre todo por la valoración del jurado, y compitió con 1.400 finalistas.

«Los trasnos de la TDT [así bautiza al triángulo formado por Vilarxubín, Bogo y Sampaio] han tenido muchísima influencia, los vivos y los que no, como José Benito. Yo no soy tan importante. Soy un medium». Tiene muy claro que los protagonistas de este premio son ellos, los vecinos, con los que celebrará el premio, los que dejaron que Ansola hiciera arte de su imagen personal y su entorno, como Rogelia entre chorizos, con fotografías que parecen sacadas de un mundo irreal pero que están ahí, en el presente. ¿Y en el futuro?: «Non imos deixar morrer a aldea. Lo más importante no es el premio, sino que consigamos conservar Vilarxubín, Bogo y Sampaio, si no el premio habrá servido para poco». «Aquí hay historias -añade-, gente humilde, protagonista día a día. Es una voz que dice ?restáurame?». Como Vilaeimil, su «joya» particular.

Con una Hasselblad en mano ahora hará el trabajo para el anuario de los Masters que se presentará en la feria alemana Photokina. Aunque su intención es «seguir trabajando en Galicia. Desde hace muchos años me parece un sitio especial. Hay misterio, magia, seres mitológicos».

crónica el fotógrafo cántabro, mejor artista emergente en los premios hasselblad