«Overbooking» en los albergues

Blanca Díaz Reimunde

A MARIÑA

Los peregrinos que deciden recorrer el Camiño Norte en esta época se encuentran con que las plazas para alojarse en estas instalaciones no son suficientes

09 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

ribadeo | En A Mariña es habitual, sobre todo en verano, ver peregrinos cargados con mochilas y sacos de dormir, en bicicleta o a pie, que se dirigen a Santiago. Son los albergues que algunos concellos han habilitado con literas y aseos los lugares elegidos por éstos para descansar y para dejar las bicicletas o enseres que llevan en su viaje.

Pero la capacidad de estos refugios no siempre es suficiente, y menos en esta época, ya que el número de personas que deciden peregrinar a Compostela aumenta notablemente durante los meses de verano. El camino del Norte comienza en Irún y transcurre por la costa, pasando por Bilbao, Santander y Gijón entre otros lugares, y llega en una de sus etapas a Ribadeo.

Sin capacidad

En el albergue de este concello disponen de un total de doce literas de las que pueden hacer uso tras registrarse en las fichas. Protección Civil es quien se encarga de sellar, es decir, anotar los nombres y los documentos de identidad de cada peregrino, además de abrir y cerrar el albergue.

Estas doce plazas no son suficientes para los cerca de cuarenta peregrinos que solicitan alojamiento. Ribadeo es uno de los concellos que más peregrinos debería acoger, ya que es el primer pueblo que se encuentran al cruzar de Asturias a Galicia por el Puente de los Santos si van en bicicleta, en barca o a pie. Al no haber plazas para todos en el albergue, se habilitan en otros lugares; el año pasado, en el polideportivo y este verano, en el castillo de San Damián.

Problemas de espacio

En Gondán (Barreiros) está el siguiente albergue, al que muchos acuden por no tener plaza en Ribadeo. No hay tantos problemas de espacio, ya que además de las 16 plazas, existen otras 16 en una escuela próxima que ha sido habilitada para acoger peregrinos. Muy próximo a este albergue está el laurentino.

Tanto en Lourenzá como en Gondán hay dos personas encargadas de atender a los peregrinos, de abrir y cerrar el albergue y de sellar las fichas. Además, vigilan de cerca que se cumplan las normas de las instalaciones.