El juez Castro quiere seguir hasta los 75 años

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Alejandro García | EFE

Pretende concluir los casos relacionados con el expresidente Jaume Matas

04 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

José Castro, el instructor del caso Nóos, que en diciembre cumplirá 70 años, quiere seguir en los juzgados hasta los 75, el máximo legal e improrrogable que permite la ley. Según desvelaron fuentes de su entorno, el magistrado que ha sentado a la infanta Cristina en el banquillo de los acusados tiene previsto solicitar en breve al Consejo General del Poder Judicial la preceptiva prórroga para jubilarse a finales del 2020 como magistrado emérito.

La posibilidad de continuar al frente de las investigaciones se contempla en la Ley Orgánica del Poder Judicial, que abre la posibilidad de continuar en el puesto como togado emérito, adscrito al Juzgado número 3 del que ahora es titular, eso sí con tratamiento retributivo de magistrados suplente.

El reto del Palma Arena

La intención del juez cordobés es utilizar esos cinco años más para poder concluir todas las piezas del macrosumario que le ha dado la fama, el Palma Arena, la investigación que comenzó en el 2010 sobre todas las corruptelas en las Islas Baleares durante los gobiernos del popular Jaume Matas. El caso Nóos, en el que además de la infanta están pendientes de juicio otra docena de personas, entre ellas Iñaki Urdangarin, es solo la pieza 25 de este inmenso sumario que engloba ya 27 partes separadas diferentes, la inmensa mayoría de las cuales se encuentran bastante avanzadas pero aún no han sido concluidas. De hecho, aun no ha llegado a juicio el tronco central de este sumario, esto es el desvío de más de 50 millones de euros por adjudicaciones y contratos amañados en la construcción del velódromo Palma Arena (que da nombre al macro sumario) durante el último gobierno de Matas.

José Castro es ya el juez de instrucción más veterano de las Islas Baleares, adonde llegó hace más de treinta años. Lleva desde 1990 al frente del juzgado que ahora ocupa. De aprobar el Consejo del Poder Judicial su solicitud, se convertiría también en uno de los instructores de mayor edad en activo de todo el país.

Al frente del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma se ha convertido, sobre todo en los últimos años, en el azote de la corrupción en las islas. Hasta su divorcio del fiscal Pedro Horrach a cuenta de la imputación de Cristina de Borbón, ambos completaban un binomio que había conseguido la condena de decenas de corruptos.