División en la cúpula de Podemos por las acusaciones a sus dirigentes

Gonzalo Bareño Canosa
G. Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Errejón contradice al número tres del partido y niega que haya una guerra

31 ene 2015 . Actualizado a las 14:22 h.

El Gobierno y el PSOE redoblaron ayer la petición de explicaciones a la dirección de Podemos por las presuntas irregularidades fiscales de su número tres, Juan Carlos Monedero. Esa presión política, unida al goteo continuo de informaciones sobre presuntas irregularidades cometidas por sus principales dirigentes, han hecho mella en Podemos, cuyos líderes empiezan a emitir mensajes contradictorios. Monedero, que sigue sin aportar la documentación sobre el supuesto trabajo que realizó para los Gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua por el que ingresó 425.150 euros, ni sobre la forma en la que declaró a Hacienda estos ingresos, aseguró el pasado jueves que existe una «guerra» contra la formación orquestada desde el Gobierno y los medios de comunicación con el único objetivo de desacreditar a Podemos y a sus dirigentes.

«Escrutinio microscópico»

Ayer, sin embargo, el número dos de esta fuerza política, Íñigo Errejón, acusado a su vez de haber vulnerado los términos de su contrato con la Universidad de Málaga, negó que exista tal guerra, aunque sí consideró que hay una «doble vara de medir» que exige a su partido más explicaciones que a los demás. «No creo que haya una guerra», dijo, pero añadió que «a Podemos se le somete a un escrutinio microscópico porque se tiene miedo al cambio». Errejón eludió valorar la decisión de la Universidad de Málaga (UMA) de continuar con su expediente sancionador. «Decidirán lo que tengan que decidir y yo tendré el máximo respeto a la decisión que tomen. Creo que nadie cuestiona el trabajo que tenía que hacer y que hice», insistió, a pesar de que tanto ese trabajo como la forma en la que se realizó están bajo investigación.

La presión política sobre Podemos y sobre sus principales dirigentes arreció ayer desde todos los frentes. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, advirtió a Monedero de que nadie está «por encima de la ley» y de que «la única batalla que tiene el Ministerio de Hacienda es lograr que todos los ciudadanos cumplan con sus obligaciones tributarias». En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Ejecutivo se refirió directamente al número tres de Podemos al afirmar que «dado que algunos ponen determinados listones éticos, son los menos indicados para aplicarse deducciones o desgravaciones éticas a esos listones éticos» y también que los responsables políticos tienen que dar explicaciones «cuando resulta que se detecta que puede haber en su origen y su destino determinadas cuestiones que pueden ser contrarias a nuestra ley y nuestro derecho».

Echenique tampoco ve guerra

El secretario de Organización del PSOE, César Luena, emplazó al líder de Podemos, Pablo Iglesias, a «tomar decisiones disciplinarias ya» con Juan Carlos Monedero por la facturación de más de 400.000 euros que, según dijo, no se sabe «con qué leyes ha cobrado», y le instó a aclarar si hay relación entre este dinero y la financiación de su partido. «No queda claro si ha evadido o no impuestos y en qué cantidad», afirmó Luena.

Sin contestar a esas peticiones de explicaciones, Podemos ha puesto en marcha una campaña para tratar de contrarrestar las acusaciones de falta de transparencia. El eurodiputado de esta formación, Pablo Echenique, anunció ayer que publicarán el patrimonio de todos los miembros de su dirección general «en breve», para acabar con especulaciones como las que han salpicado a Juan Carlos Monedero en los últimos días. «Está bien que la gente nos demande transparencia y claridad, estamos encantados», señaló Echenique, que tampoco habló de «guerra» , aunque censuró la «animosidad de algunos medios» que, a su juicio, van «más allá de lo periodístico» al hablar de Podemos, aunque rechazó «generalizar».

El partido de Pablo Iglesias busca una demostración de fuerza en Madrid

La polémica por las investigaciones sobre Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón arrecia en un momento en el que la formación pretende hacer una demostración de fuerza en Madrid con una gran concentración que se celebrará hoy y que se presenta como el inicio del «año del cambio político en España». La marcha, a la que asistirán personas de toda España y que concluirá en la Puerta del Sol, emblemático escenario de las protestas del 15-M en las que muchos ven el germen de Podemos, se convoca con el objetivo declarado de acabar con lo que la formación considera la «casta», es decir, los miembros de los partidos políticos tradicionales que han protagonizado la política española desde la transición democrática, y también con el «régimen» de 1978, expresión referida al pacto político que dio origen a la Constitución.

 

No protestar ni pedir nada

La denominada Marcha del Cambio partirá hoy a las 12 horas de la plaza de Cibeles y, según sus organizadores, no tiene como objetivo «protestar ni pedirle nada al Gobierno», sino marcar el inicio de un cambio de ciclo, que según Podemos es «irreversible» e «imparable». Tampoco se trata, aseguran, de la movilización de un partido político, sino la de toda la gente «que se ha sentido maltratada», incluso de aquellos que tienen el carné socialista o del PP y que se han sentido «defraudados» y a los que la formación invita a acudir a la marcha. Pero a nadie se le oculta que la marcha se plantea como un intento de Podemos de mostrar su fuerza y su poder de convocatoria de cara a los sucesivos procesos electorales que tendrán lugar en España este año.