La taza de La Voz viaja a Madrid para ser sometida a la morriña

j. c. sandoval REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

BENITO ORDOÑEZ

La cuarta entrega de la colección se distribuye este domingo

30 ene 2015 . Actualizado a las 16:14 h.

¿Como combatir la morriña? Modesto Gómez, hostelero gallego en Madrid, expone el mejor truco: «Yo apenas siento morriña. En tal caso, una nostalgia complacida porque regreso a Vigo una o dos veces al mes». Dice este hombre, que lleva 48 años en la capital regentando el restaurante O Caldiño, que antes era diferente pero hoy en día, a cinco horas y pico de casa, no hay morriña que valga: «Yo tengo a mi madre, mis hermanos y muchos amigos en Vigo, así que viajo con mucha frecuencia. Cuando estoy en Madrid, me siento muy cerca de Galicia».

La mejora de las comunicaciones se ha convertido en el remedio perfecto para la nostalgia del terruño que tantas páginas ha llenado y que prácticamente se ha convertido en divisa del galleguismo. Antes de que el AVE y otros avances en el transporte contribuyan aún más al arrinconamiento de este estado de ánimo tan nuestro, La Voz ofrece este domingo la cuarta taza de su colección Os galegos somos... con el adjetivo morriñentos y la estupenda ilustración de Pinto & Chinto que es la que singulariza esta colección.

Modesto Gómez, no solo viaja a Galicia a ver a los suyos. En su restaurante, la materia prima gallega es la base de su éxito: carne, marisco, e incluso el pan viajan desde Galicia y él mismo se encarga de que este tráfico fluya cómodamente. Con todo, si alguna morriña empezaba a anidar en el corazón de este hostelero, la taza de La Voz fue capaz por sí misma de liquidarla por completo. De hecho, cualquier lector de La Voz que tenga que desplazarse lejos de casa, cuenta ahora con la posibilidad de que alguna de las tazas de La Voz, le recuerde un poco más el sitio al que sin duda quiere volver. Y entre las seis tazas de la colección, ninguna mejor que la que estará a su disposición este mismo domingo. Seguro que Modesto presumirá de taza ante sus clientes, muchos de los cuales, por supuesto, son gallegos y, por lo tanto, morriñentos.

La taza con el adjetivo morriñentos es la cuarta que distribuye La Voz de Galicia dentro de una colección compuesta por seis unidades diferentes, todas ellas ilustradas por Pinto & Chinto. Las dos últimas son las que nos tildan de desconfiados y hospitalarios.