Nokia resucita de la mano del «software» de Microsoft

La Voz

FIRMAS

28 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El mundo de la tecnología es así: hace poco más de dos años Nokia y Microsoft eran dos compañías deprimidas, líderes en sus respectivos segmentos (teléfonos móviles y software), pero con productos atrasados, lentos y desesperantes para el usuario. Los finlandeses no supieron adaptarse a la revolución de los smartphones y, aunque seguían haciendo móviles con un diseño exquisito, su sistema operativo no funcionaba; Symbian no estaba hecho para la nueva era de las aplicaciones y los dispositivos táctiles. Apple, primero, y los fabricantes que confiaron en Android (especialmente Samsung y LG), después, les comieron el terreno.

Microsoft, por su parte, peleaba con el peor sistema operativo de su historia (el inestable Vista) y veía cómo su versión móvil de Windows -un vestigio de la era de las PDA- se hacía viejo a pasos de gigante. Lo primero lo solucionó con Windows 7 y, para lo segundo, la firma de Redmond (Estados Unidos) decidió empezar de cero y diseñar algo totalmente nuevo. Así surgió Metro, la interfaz de Windows Phone 7, que aporta frescura y elegancia a la pantalla principal de los teléfonos inteligentes.

A Microsoft le faltaba un hardware de referencia con el que dar a conocer su sistema operativo móvil por todo el mundo. Y Nokia necesitaba con urgencia un software avanzado y estable. En febrero del 2011 sellaron una alianza que un año después, y a pesar de contar con solo dos terminales en el mercado, parece estar en el buen camino. Nokia vuelve a figurar en la carrera de los smartphones, alrededor de la cual gira la industria de las telecomunicaciones. Y el próximo sistema operativo de Microsoft para pecés, Windows 8, llevará la imagen de Metro.

Será la primera vez que el lenguaje que mueve un ordenador proceda de un teléfono. Una muestra más de que aquello de «el móvil es el nuevo ordenador» no es solamente una frase hecha.