Los cubanos podrán pedir créditos a partir del 20 de diciembre

rigoberto díaz LA HABANA / AFP

INTERNACIONAL

Los préstasmos serán otorgados a negocios y a agricultores privados y a personas que quieran construir o reparar viviendas.

25 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Gobierno de Raúl Castro dio ayer otro paso en las reformas económicas, después del permiso para la compraventa de casas y automóviles, al autorizar a los bancos cubanos a otorgar créditos a negocios y a agricultores privados y a personas que quieran construir o reparar viviendas.

Un decreto publicado en la Gaceta Oficial «regula la política crediticia y otros servicios bancarios encaminados a apoyar el desarrollo de las producciones agropecuarias, el ejercicio del trabajo por cuenta propia [privado] y otros modelos de gestión» no estatal, informó el diario oficial Granma.

Los créditos también estarán disponibles para quienes emprendan «acciones constructivas por esfuerzo propio» en sus casas. El trabajo por «cuenta propia» designa a pequeños negocios privados, entre ellos los paladares (restaurantes), que han florecido en la isla favorecidos por el auge del turismo.

El otorgamiento de créditos, que comenzará el 20 de diciembre, constituye un paso revolucionario en un país muy poco bancarizado, donde el Estado controló durante medio siglo toda la actividad económica, y donde un salario medio equivalente a 20 dólares al mes, frena la capacidad y la cultura del ahorro.

La inédita medida, que había sido anticipada en julio, satisface una aspiración de miles de cubanos que han iniciado actividades económicas privadas al amparo de las reformas de Raúl Castro.

Los créditos se concederán «siempre en pesos cubanos [CUP]» y el importe y plazos de amortización serán acordados entre el banco y el solicitante. Los agricultores «podrán solicitar créditos para la compra y reparación de equipos y medios de trabajo, u otras acciones que contribuyan a elevar las producciones agropecuarias» y los trabajadores privados, «para financiar la compra de bienes e insumos para un mejor desempeño de su actividad».

Sin capacidad, cultura del ahorro y cuentas bancarias

Los cubanos no tienen la capacidad ni la cultura del ahorro, aunque disponen de servicios de salud y educación gratuitos, y de una canasta básica de alimentos muy subsidiada, pero insuficiente.

Se acostumbraron a vivir al día, sobre todo a partir de la crisis de los noventa, causada por la desintegración de la Unión Soviética. Cuando necesitan un préstamo, generalmente lo piden a familiares o amigos. Muy pocos cubanos tienen cuentas bancarias. Las excepciones son quienes logran reunir algún dinero, generalmente artistas que hacen giras al extranjero, y profesionales, como médicos, que cumplen misiones en otros países, además de quienes reciben remesas del exterior. El resto de cubanos, si tienen ahorros prefieren guardarlos en casa.