Los piratas asaltaron el «Mattheos I» para robar 46.000 toneladas de gasolina

Espe Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

La armadora confía en que el secuestro, en el que hay tres rehenes gallegos, se resuelva en cuestión de horas

16 sep 2011 . Actualizado a las 11:39 h.

De nuevo piratas. Y de nuevo rehenes gallegos. De los cinco españoles que conforman la tripulación del petrolero chipriota Mattheos I, secuestrado el miércoles, tres son gallegos: el primer oficial, Manuel Bilbao Baudot, de Ferrol pero afincado en Tenerife; el jefe de máquinas, Secundino Galán Rey, de A Coruña, y Damián Abuín, del que no ha trascendido cargo ni procedencia. También están a bordo un andaluz y un peruano con la doble nacionalidad.

El sobresalto, en este caso, no llegó desde la latitud acostumbrada de África, en Somalia, sino en el punto cardinal opuesto: en el golfo de Guinea. Allí, frente a Togo, a unas 62 millas al suroeste de Cotonú, en Benín, el Mattheos I estaba realizando operaciones de trasvase de carga a un buque de bandera noruega, el Northern Bell, cuando un grupo de piratas armados abordaron el mercante y tomaron el control de la embarcación. Mientras el Northern Bell se libraba de correr la misma suerte, porque la tripulación se encerró en la sala de máquinas, los 23 marinos del Mattheos I se convirtieron en rehenes de unos piratas supuestamente nigerianos cuyo principal objetivo sería robar la carga y desvalijar el barco de todos los enseres de valor. Al menos esa es la tesis que mantiene la compañía propietaria del buque, Consultores de Navegación, heredera de la antigua Marflet: «Más que secuestro es un robo. Lo que suelen hacer es llevarse el buque unas millas al sur y apropiarse de la carga, para después dejar en libertad al buque y a la tripulación», explicó Sheena Campbell, portavoz de la naviera.

De ahí que no esperen llamada solicitando rescate. Y de ahí también que desde las dos de la madrugada del miércoles (hora local) no hayan tenido contacto con el barco, aunque confían en que la tripulación esté bien. No por un presentimiento, sino porque estos casos se suelen resolver en «tres o cuatro días sin que haya víctimas».

La armadora, que pese a que el barco tiene bandera de Chipre es española, está en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores, que está realizando gestiones con los Gobiernos de la zona para intentar localizar el barco, que podría estar ya siendo desvalijado en algún punto de la costa. El petrolero había zarpado de Róterdam hacia Lomé, la capital togolesa, cargado con 46.000 litros de gasolina, aunque la compañía desconoce la cantidad que quedaba en el mercante después de hacer las operaciones de trasvase.

El Mattheos I es un barco nuevo, construido en el 2004, con equipos de última generación y dotado de las medidas de seguridad necesarias, pero no vigilantes privados, pues no puede llevar armas a bordo.