Los comités de Gadafi amenazan con una represalia fulminante

Redacción / Agencias

INTERNACIONAL

El régimen reconoce 27 muertos, pero otras fuentes hablan de 50

19 feb 2011 . Actualizado a las 11:27 h.

El coronel Moamar Gadafi no está dispuesto a que las revueltas populares en Libia terminen triunfando como en Egipto o Túnez, y para ello ha lanzado sin miramientos todo su consistente aparato represor y cerrado a los medios extranjeros para evitar testigos, especialmente en el este del país.

Mientras el líder libio participó ayer en una marcha progubernamental en Trípoli, los comités revolucionarios, la espina dorsal del régimen, amenazaban a los «aventureros» que se manifiestan contra el poder con una respuesta «violenta y fulminante». «El poder del pueblo, la Jamahiriya [poder de las masas)], la revolución y el líder constituyen líneas rojas. El que intente sobrepasarlas o acercarse a ellas se arriesga al suicidio y juega con fuego», advirtieron.

Medios afines al régimen informaron de 27 muertos, la mayoría a tiros. El recuento de la agencia France Press a partir de diferentes fuentes locales eleva la cifra a 41, y el de la cadena Al Yazira, a al menos cincuenta.

La web del diario Oya, próximo a Seif el Islam, hijo del líder libio, informó que 20 personas fueron enterradas ayer en Bengasi, la segunda ciudad del país y una de las primeras en iniciar las protestas, y otras siete en Derna, en el este del país junto a la frontera con Egipto. El balance anterior, ofrecido por el diario Quryna, propiedad de Seif el Islam, reconocía catorce muertos en Bengasi.

En este bastión de la oposición, policías y seguidores de Gadafi atacaron a los manifestantes. Las fuerzas de seguridad utilizaron fuego real y, según los residentes, el Gobierno ha sustituido a los oficiales de policía por soldados. Anoche, los manifestantes tomaron e incendiaron la sede de la emisora de la radio local, después de que se retiraran las fuerzas de seguridad que custodiaban el edificio, aseguraron varios testigos y una fuente oficial.

En Al Baida, situada a 200 kilómetros de Bengasi y donde el día anterior la policía reprimió las protestas, los manifestantes atraparon a dos policías y los ahorcaron. Anoche, los accesos y el aeropuerto estaban siendo acordonados por las fuerzas de seguridad, comentó una fuente próxima al poder, bajo el anonimato.

Según esta fuente, «las fuerzas han recibido la orden de abandonar el centro de la ciudad para evitar enfrentamientos». Sin embargo, según informaciones que circulaban por Internet los manifestantes habrían tomado el control de la ciudad y expulsado a las fuerzas de seguridad.

Otra fuente bien informada afirmó a la agencia France Presse que en Al Baida hay 14 muertos desde el miércoles. Entre los fallecidos habría manifestantes, pero también partidarios del régimen, que habrían sido asesinados en los locales de los comités revolucionarios, y agentes de las fuerzas de seguridad, aunque no pudo precisar el número.

Al caos reinante, sobre todo en el este del país, se unieron ayer motines y fugas en dos prisiones. Cerca de Trípoli, tres presos que intentaron fugarse de la cárcel de El Yedaida fueron abatidos por guardias de la cárcel, indicó una fuente de las fuerzas de seguridad. «Unos presos intentaron evadirse de la cárcel de El Yedaida, pero los guardias intervinieron y tuvieron que disparar contra los detenidos, que actuaron con violencia», dijo una fuente de seguridad que solicitó permanecer en el anonimato.

En Bengasi hubo también ayer una fuga masiva de presos tras un motín, indicó Ramadhan Briki, jefe de redacción local del diario Quryna. «Hubo un motín en la prisión de Al Kuifiya y un gran número de prisioneros huyeron», declaró. Según Briki, los detenidos incendiaron la oficina del fiscal general, un banco y una comisaría en la ciudad. Quryna indicó posteriormente en su web que los presos que se habían fugado eran alrededor de mil y que la policía había logrado detener nuevamente a unos 150.

Francia anunció ayer que la víspera suspendió las exportaciones de material de seguridad con destino a Libia, y también a Bahréin, después de deplorar el uso de la violencia en la represión de manifestantes.

Armas para extranjeros

La oposición libia denunció ayer, según recoge la agencia DPA, que inmigrantes africanos en el norte de Libia recibieron armas de las autoridades del país. La edición digital del diario libio Al Yom aseguró que helicópteros sobrevolaron la región y aterrizaron brevemente para suministrar armas a los extranjeros africanos para que disparasen contra manifestantes antigubernamentales en las ciudades de Al Baida y Shahhat, ubicadas en la costa norte.

El portal sostuvo, además, que tres inmigrantes murieron en los enfrentamientos con manifestantes durante los funerales por los muertos en los disturbios del día anterior.

Por otro lado, según algunas informaciones, Gadafi se dispone a enviar a su hijo Al Saadi a Bengasi, donde se están registrando los principales enfrentamientos, para poner en marcha un plan de acción para mejorar las infraestructuras.