«Solo al ver arrasado el litoral se dieron cuenta del tsunami»

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ.

INTERNACIONAL

El surfista vigués y guía del «King Millenium II» sigue su viaje con los otros españoles

28 oct 2010 . Actualizado a las 12:16 h.

El grupo de españoles que viajan en el barco King Millenium II por las islas Mentawai, afectadas por el tsunami registrado en Indonesia se encuentran bien y siguen su ruta por la zona, según ha asegurado a esta redacción desde Bali el vigués David Valladares, copropietario de la empresa con el vasco José Manuel Illumbe, que sí se encuentra en la embarcación junto al también surfista vigués y guía del trayecto, Julián Yáñez Silveira.

Fue Valladares, según sus propias palabras, quien comunicó al barco el paso del tsunami. «El día 26, Jaime Izquierdo, responsable de márketing de la empresa, me avisó y a las seis de la mañana los llamé y me dijeron que no se habían enterado porque estaban durmiendo, pues eran las diez y media de la noche», asegura. Añade que el capitán le contó que había sentido corrientes anómalas muy fuertes, pero que en ningún momento pensaron en un tsunami, que estaban en una zona de mucha profundidad y no lo notaron.

«Al despertarse solo les habían llamado la atención los excesivos restos de basura y troncos flotando, pero fue cuando llegaron a la isla de Pagai Selatan para surfear que vieron el litoral arrasado, entonces se percataron de lo sucedido, pues en 200 metros de costa los árboles no existían y la playa había desaparecido», explica Valladares. También le contaron que no habían visto ninguna aldea, «pero que ellos estaban bien, muy tranquilos». Demasiado tranquilos, según Valladares, hasta el punto de que todos quisieron seguir el viaje por las islas Mentawai hasta el día 1, como estaba previsto, y ayudar en lo que puedan. Precisamente en esa zona de la isla de Pagai Selatan (sur) y de Pgau Utana (norte), una decena de aldeas quedaron destruidas o muy dañadas y es donde fueron encontrados más cadáveres, según la Agencia Nacional de Gestión de Desastres.

La ruta

Pese a los intentos de contactar por teléfono con lo ocupantes del barco, ayer fue imposible debido, según Valladares, a que están en una zona de poca cobertura «pues estarán subiendo hacia el norte». De todos modos, algunos han contactado con las familias a través de SMS.

La ruta de esta compañía no es fija, pues antes de cada salida con el barco se reúnen el guía y la tripulación para decidir el trayecto en función de las olas. «Primero tiraron hacia el sur porque las condiciones estaban mejor, eso les ayudó», reflexiona David Valladares.

Además de Illumbe y Yáñez, en el barco viajan como clientes cinco cántabros (Francisco de Borja Ibarra de la Vega, Raúl Martín Gunche, Rubén Abelenda, Miguel Ángel Velasco y Jesús Antonio Chocán), dos asturianos (Juan Carlos Rodríguez Armesto y Jorge Guardado Moreira), el vasco Ion Mikel Picabea, dos uruguayos y dos franceses.

La mujer de Ibarra de la Vega, Virginia García Bolado, dijo ayer en declaraciones a Efe estar tranquila tras saber de su marido gracias a un mensaje por SMS.

Entretanto, las autoridades de Indonesia se movilizaron para socorrer a las víctimas del tsunami que causó cerca de 300 muertos y varios centenares de desaparecidos.

«Hemos descubierto 272 cuerpos. Al menos 412 personas siguen desaparecidas», indicó un responsable de los servicios de socorro de la provincia de Sumatra oeste, Ade Edwards, informa Colpisa.

Varios poblados, en particular en la isla de Pagai del Sur, fueron arrasados por olas de hasta tres metros de alto que penetraron unos 600 metros en el interior de las tierras.

El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, viajó a Padang, el puerto más cercano a Sumatra, para supervisar las operaciones de socorro.

El Gobierno de Indonesia inauguró hace dos años un sistema de alerta de tsunami con tecnología y financiación aportadas por varios países, que se suponía tenía que funcionar al completo en el 2010, informa Efe.

«Las islas esta muy cerca del epicentro, por eso las olas las alcanzaron en cinco o diez minutos. Incluso si hubiera existido una boya de detección, habría sido muy tarde para alertar a la gente», explicó a la televisión estatal, Ridwan Jamaluddin, experto de la Agencia Nacional de Tecnología.