En un principio pensaban ir con sus perros de rastreo, pero a última hora los animales se quedaron en tierra
03 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Dos bomberos gallegos, uno de Vilagarcía y otro de Ferrol, viajaban ayer rumbo a la isla indonesia de Sumatra para colaborar en las labores de rescate de las personas atrapadas bajo los escombros que provocó el terremoto de magnitud 7,6. Son entrenadores de perros, y en un principio iban a ir acompañados de los animales, aunque a última hora se descartó esa posibilidad y solo se reservó vuelo para los bomberos, que tenían que tomar un avión acompañados de personal de Médicos sin Fronteras y de otras oenegés.
Pablo Oubiña tiene 34 años y trabaja desde hace siete en el parque de bomberos de O Salnés, que colabora con la asociación Sar-España. Esta entidad, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, organizó con la ONU un vuelo desde Madrid para que personal especializado en emergencias colabore en la búsqueda y atención de los damnificados. Oubiña pertenece a Casaga -Asociación del perro de salvamento de Galicia- y se encarga del entrenamiento de los tres canes que tiene el parque para búsqueda de personas desaparecidas y explosivos.
Todo empezó cuando su mujer le regaló a Kairo , un labrador que ahora tiene tres años y que Pablo Oubiña adiestra desde los cuatro meses. Ayer, el bombero vilagarciano se preparaba para hacer el viaje a Sumatra acompañado de su fiel mascota. «Aunque salimos 48 horas después del terremoto, sigue habiendo réplicas, y además se sospecha que hay personas atrapadas bajo tierra, por eso vamos nosotros, porque Kairo está especializado en la búsqueda de personas vivas. Detecta el olor de los que no tiene a la vista y los busca, bajo tierra o donde sea».
Irán solo sus amos
En la mañana de ayer no solo Oubiña preparaba las maletas antes de ir a buscar a su labrador. Lo hacía, además, Alejandro Barreiro, otro bombero de Ferrol que también entrena a su perro. Sin embargo, a última hora se les dijo que los animales no viajarían. «Todavía no sabemos por qué. Se supone que llevarán perros de otros sitios más cercanos al lugar del terremoto». Sus amos, sin embargo, acudirán igualmente para colaborar en lo que haga falta. «Es nuestro trabajo, allí o donde lo necesiten».