Tarantini organizó 18 fiestas con 30 chicas para Berlusconi

María Signo

INTERNACIONAL

El empresario quería así obtener favores y contratos del gobernante

10 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En un otoño que se promete caliente para Silvio Berlusconi, los diarios Corriere della Sera y La Stampa desvelaron ayer la declaración de Gianpaolo Tarantini, el empresario que facilitó las velinas para las fiestas del primer ministro italiano, incluida en el sumario que instruye la Fiscalía de Bari por presunta inducción a la prostitución.

En su declaración, Tarantini contó que entre septiembre del 2008 y febrero del 2009, organizó 18 fiestas en la casa de Berlusconi en Roma (el palacio Grazioli), su villa de Cerdeña y un balneario de lujo en Umbría. Unas 30 chicas, siempre vestidas de negro y con poco maquillaje, pasaron libremente los controles de seguridad. Tarantino ha proporcionado sus nombres. Algunas son prostitutas, y otras, del mundo del espectáculo, y siempre pagadas por el empresario, que se las presentaba a Berlusconi como «amigas».

Solo recibían mil euros si se quedaban a pasar la noche. Entre ellas estuvo Patrizia D'Addario, la mujer que destapó el escándalo en junio. En algunos casos las invitaba a cocaína.

El empresario de 36 años del sector sanitario de Bari quería ganarse así la confianza del gobernante y obtener favores y contratos para su empresa.

Tarantini también afirma que aplicó su técnica con dirigentes del Gobierno regional de Puglia, en manos de la oposición.

En su guerra contra la prensa, Il Cavaliere ha perdido la primera batalla. La Fiscalía de Tempio (Cerdeña) ha sentenciado que el fotógrafo que captó las imágenes del primer ministro italiano rodeado de chicas en su mansión de Villa Certosa «no violó la propiedad» y por ello ha archivado la causa.

La tensión política está al rojo vivo a causa de los ataques de Il Giornale , periódico propiedad de la familia de Berlusconi. Su primer objetivo fue Dino Boffo, el director del diario de los obispos Avvenire . Ayer la Fiscalía de Monza abrió una investigación por un supuesto delito de acceso ilícito al sistema informático de la Justicia o de falsificación de documento público, ya que Il Giornale publicó un texto judicial con la condena a Boffo de pagar 516 euros por «molestias» telefónicas a la esposa de un hombre con el que tenía una relación.

Desavenencias

A esto se ha unido la confesión de Gianfranco Fini, el considerado delfín de Il Cavaliere, admitiendo en un artículo que tienen desavenencias: «Los problemas políticos existen y es paradójico que Berlusconi lo niegue». Fini, actual presidente de la Cámara de Diputados, le echa en cara a Berlusconi que «reniegue del pasado y dé marcha atrás sobre cada cosa: inmigración, testamento vital y hasta sobre los homosexuales». Tras la publicación del artículo, Il Cavaliere se apresuró a desmarcarse de su contenido asegurando que entre él y el presidente del legislativo no existía ningún problema.

Otro frente abierto por el jefe de Gobierno son las pésimas relaciones con el poder judicial. La Asociación Nacional de Magistrado Italianos en un comunicado considera que Il Cavaliere deslegitima la lucha contra el crimen organizado tras unas recientes declaraciones en las que calificó como «locura» la reapertura de las investigaciones de los atentados de la mafia siciliana de 1992 y 1993, a consecuencia de las declaraciones del arrepentido Gaspare Spatuzza en las que se habla de las relaciones de la mafia con políticos y empresarios del norte del país.

En este ambiente enrarecido hoy Berlusconi recibe en la isla de La Magdalena a Rodríguez Zapatero, con el que celebrará una cumbre bilateral, centrada en la crisis económica, la próxima reunión de G-20 y la futura presidencia española de la UE.