El fin de las ilusiones de los jóvenes griegos

Miguel A. Murado

INTERNACIONAL

10 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La Universidad Politécnica de Atenas, el centro de la revuelta estudiantil griega, es una especie de acrópolis del siglo XX para los griegos: un monumento nacional cargado de simbolismo. Fue la rebelión de sus estudiantes y la entrada de los tanques en el campus en 1973 lo que marcó el principio del fin de la dictadura de los coroneles. Los símbolos son importantes en todas partes, pero en Grecia quizá lo sean más, y las imágenes de rebelión en este mismo campus parecen haber tocado una fibra muy sensible en la juventud griega.

Los enfrentamientos entre policías y jóvenes anarquistas no son nada nuevo en Grecia, cuyo movimiento antiglobalización es especialmente violento. Pero todos los analistas coinciden en que lo de estos días no puede reducirse a una simple algarada de grupos minoritarios, aunque estos se encuentren tras los actos más agresivos. Tampoco se trata solo de un estallido de cólera por la muerte del estudiante Grigoropoulos a manos de la policía, que más bien parece el detonante de una situación que ya era explosiva. De hecho, la huelga general que comenzó ayer había sido programada por los sindicatos mucho antes y la oposición parlamentaria participa en la revuelta. ¿Cuál es, pues, la causa de fondo?

En la base de este estallido de ira está sin duda la frustración de la juventud griega. El paro en general no es alto (8%), pero el juvenil se ha disparado y la media del primer salario es especialmente baja en comparación con otros países de la UE (en torno a los 480 euros). La crisis financiera ha golpeado a Grecia como a cualquier otro país, pero allí ha sorprendido en el poder al Gobierno neoliberal de Costas Karamanlis en pleno proceso de desregularización y liberalización. Simplista, pero revelador, el eslogan más gritado en Atenas estos días es «dinero para los bancos, balas para los jóvenes», mientras que las sucursales bancarias se han convertido en blanco predilecto de la violencia. Trágica ironía: el padre del joven muerto por la policía es precisamente un banquero?

Pero el Gobierno no solo ha sido sorprendido a contrapié en su política, también en su imagen. El Ejecutivo se encuentra sumergido en una serie de escándalos de corrupción y nepotismo, lo que quizá cabía esperar del hecho de que el propio primer ministro Karamanlis sea precisamente sobrino del ex presidente Karamanlis. Con una mayoría muy frágil, la revuelta podría hacerle caer, lo que llevaría al poder al partido socialista (PASOK).

Pero esto difícilmente calmará el descontento, porque también a la izquierda parlamentaria esta revuelta la ha pillado por sorpresa. El PASOK hace tiempo que dio un brusco giro hacia el centro, lo que, junto al anquilosamiento del Partido Comunista, es precisamente la causa de que en Grecia haya surgido ese ala radical anarquizante entre los jóvenes. Ayer ardía en el centro de Atenas un papá Noel gigante, incendiado por los estudiantes y nada podría simbolizar mejor, quizá, el fin de las ilusiones de los jóvenes en Grecia.