La mafia S.A. no sufre la crisis

María Signo

INTERNACIONAL

La primera empresa italiana es el crimen organizado, con una facturación de 130.000 millones de euros al año y unos beneficios netos de 70.000 millones

12 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Todavía sorprende que la primera gran empresa de Italia sea la criminalidad organizada. Un año más, el estudio Sos Impresa que publica la patronal de la pequeña y mediana empresa lo confirma. La novedad más destacable de la edición del 2008 son los datos que confirman y consolidan la importancia de la economía relacionada con la delincuencia y, sobre todo, la ramificación de los intereses hacia todos los ámbitos económicos.

El informe señala que la mafia, S.?A. es un auténtico grupo económico que mueve cada año unos 130.000 millones de euros, con un beneficio neto de unos 70.000 millones de euros, lo que supone el 6 % del PIB anual italiano. Solo de su principal entrada económica, las diversas empresas ilegales ingresan en las arcas de las asociaciones mafiosas unos 63.000 millones de euros. Del tráfico de drogas, segunda actividad por su facturación, llegan 59.000 millones, mientras más de 12.000 millones de euros provienen de las «tasas mafiosas», es decir, extorsión y usura.

El crecimiento de la usura

En el informe se pone en evidencia que estos negocios están en continuo crecimiento, sobre todo la usura, que afecta a unos 180.000 comerciantes italianos, las copias ilegales, el juego y las apuestas clandestinas. Solo estas últimas mueven unos 10.000 millones de euros al año.

Para hacerse una idea de las exorbitantes cifras de esta empresa basta pensar que la masa de dinero que cada día pasa de los bolsillos de los comerciantes a los de los mafiosos es de 250 millones de euros, que suponen 10 millones de euros a la hora y 160.000 euros al minuto.

La crisis económica hace que la mafia sea aún más peligrosa. Así lo ha explicado Marco Venturi, presidente de la asociación empresarial, que ha lanzado una advertencia en este momento «en el que la mafia empresarial intenta utilizar la debilidad y la incertidumbre de la economía para reforzar sus posiciones».

Para Venturi, es importante una respuesta fuerte del Estado, «un pacto solemne para organizar una gran ofensiva a favor de la legalidad», mientras pide a los bancos «una mayor disponibilidad para financiar pequeñas y medianas empresas así como acciones que señalen operaciones sospechosas».

La mafia, dice el informe, se ha infiltrado en numerosos sectores de la economía italiana, muchos de ellos hasta ahora aparentemente impermeables. Además de la construcción, los intereses criminales han puesto el ojo en mataderos, cultivos, restaurantes y pompas fúnebres, donde cada día aumenta la macabra «extorsión del pariente muerto».

Un floreciente negocio es el de las panificadoras y hornos ilegales. El informe habla de unos 2.500, la mayoría en Campania (Nápoles), donde se vende el pan por entre 2 y 2,5 euros el kilo frente a los 1,8 y 2 euros en tiendas legales. Aún así, los locales del grupo venden más.

Fraude alimentario

El fraude alimentario es uno de los negocios más pujantes de la mafia y abarca desde el reciclaje de productos caducados hasta las matanzas clandestinas o la falsificación de etiquetas. Todo ello amenazando además la salud de los italianos. Solo este año, las incautaciones de alimentos efectuados por los carabinieri aumentaron un 93 % respecto al año anterior.

Aunque el informe señala un incremento del 30% de denuncias por extorsión por parte de los comerciantes, la mafia ha sabido adaptarse abriendo sus propios comercios. Parte de sus beneficios los está invirtiendo en actividades legales, lo que le ha permitido controlar sociedades y marcas conocidas. «Un verdadero grupo con empleados 'contratados' que controlan el territorio», explica Venturi.

Al igual que el sistema empresarial de cada país, las cuatro grandes mafias italianas 'Ndrangheta (Calabria), Camorra (Campania), Cosa Nostra (Sicilia) y Sacra Corona Unita (Apulia) se subdividen en pequeñas y medianas empresas.