El estudio indica que en el sur de Sudán, Haití y Costa de Marfil es donde los niños son más vulnerables
28 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.La agencia de caridad Save the Children denunció ayer a miembros de las fuerzas pacificadoras de la ONU y a trabajadores de agencias humanitarias como autores de abusos cometidos contra menores de incluso seis años de edad, en zonas bélicas o devastadas por catástrofes naturales en las que actúan dichas organizaciones. La misma agencia reclamó el establecimiento de un órgano internacional que controle y evite estos abusos.
El informe, titulado No one to turn to» (Nadie a quien dirigirse), elaborado por Corinna Csáky, fue presentado en Londres por la directora de Save the Children en el Reino Unido, Jasmine Whitbread, quien calificó de relevante el nivel de abusos sexuales cometidos contra menores, tanto por las fuerzas de paz de la ONU como por las agencias humanitarias.
«Nuestra investigación pone al descubierto estos actos despreciables perpetrados por un pequeño número de individuos, que abusan sexualmente de los niños más vulnerables del mundo». Preguntada por este periódico, una portavoz de la organización, Kate Hannah, confirmó que «llevamos a cabo esta investigación a raíz de descubrir en nuestras propia organización casos de abusos por parte de nuestro personal». Whitbread lo ratifica. «Todas las organizaciones de pacificación y humanitarias que trabajan en lugares de emergencia deben entender que son vulnerables a este problema y atacarlo de raíz», explica. Esta agencia expulsó el año pasado a tres de sus trabajadores por abusar sexualmente de adolescentes de 17 años.
El informe se elaboró estudiando tres regiones distintas del mundo, el sur de Sudán, Costa de Marfil y Haití, lugares donde se descubrió que las niñas, niños y adolescentes son vulnerables a los abusos sexuales. El informe destaca que en Sudán y Haití, por ejemplo, se venden niños de hasta tan solo seis años por comida y otros bienes como jabón y móviles. En estos países han sido entrevistados miles de niños y adultos. Más de la mitad confiesan haber sido testigos de abusos sexuales y violaciones a menores por miembros de las fuerzas de la ONU o de agencias de ayuda humanitaria.
El informe recoge el caso de una niña haitiana de 15 años: «Una tarde unas amigas y yo andábamos por el Palacio Nacional cuando nos encontramos con dos trabajadores humanitarios. Nos enseñaron sus penes, nos ofrecieron 100 gourdes (unos dos euros) y unas chocolatinas. Yo dije que no, pero algunas de mis amigas lo hicieron». También recoge los comentarios de un niño de Costa de Marfil, que explica cómo los trabajadores humanitarios les piden que les busquen niñas de su edad. «A veces, ocho o diez hombres comparten dos o tres chicas y graban con sus móviles lo que hacen con ellas», y agrega: «A nosotros nos dan camisetas o relojes, y si decimos lo que ocurre nos castigan».
La BBC informó del caso de la niña Elizabeth, de Costa de Marfil, violada por diez soldados de la ONU, «hasta que me dejaron tirada y ensangrentada», dijo.