Las minorías étnicas temen por su futuro

Vladislav Punchev

INTERNACIONAL

17 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El ambiente festivo de Pristina contrastaba ayer con el temor que se sentía en el sur de Kosovo, donde las minorías étnicas viven con angustia las últimas horas antes de la proclamación oficial de la independencia.

No son solo los estimados 100.000 serbokosovares los que sienten miedo ante la independencia. En la región de Gora, en las montañas de Shar, cerca de la frontera con Macedonia, los alrededor de 15.000 miembros de la minoría gorana, de religión musulmana y lengua eslava, similar al búlgaro, viven atemorizados por la incertidumbre ante el futuro.

La cafetería en el centro de la aldea de Vranishte se llenó en minutos cuando los vecinos se enteraron de que había llegado un periodista extranjero. Todos se quejan de lo mismo, como la falta de trabajo y la incertidumbre política. Además, expresan un sueño común, el de obtener un pasaporte de otro país, preferiblemente el de la cercana Bulgaria, que entró en la UE en enero del año pasado.

Así espera sobrevivir Fadil Imeri, maestro del pueblo, porque con el documento podría salir de Kosovo y trabajar en cualquier otro país europeo. «Es muy difícil para nosotros, los albaneses nos suprimen, quieren que hablemos su lengua, pero no lo podemos hacer, ya que tenemos nuestra propia lengua materna», explica.

«No somos ni macedonios, ni serbios, ni búlgaros, ni turcos. Somos goranos y no nos pueden hacer hablar otra lengua que la nuestra», insiste Imeri.