Neuilly, la ciudad donde fue alcalde el presidente galo, tiene la renta más alta del país a pocos kilómetros de los barrios pobres
10 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.A menos de cinco kilómetros del cinturón de barrios pobres de París, donde las calles arden cada fin de semana y donde la policía apenas se atreve a entrar por miedo a la violencia de las bandas juveniles, se ubica una ciudad de ensueño cuyos habitantes pasan por ser los más afortunados de Francia. Neuilly sur Seine, la villa en la que el presidente de la República francesa inició su carrera política y de la que fue alcalde durante diecinueve años, es una zona exquisita sinónimo de felicidad y de calidad de vida.
«¿La calle comercial? Bueno, este barrio es en realidad como una gran calle comercial?», dice Estela López. Tiene 23 años, es de origen chileno y, como Nicolas Sarkozy, ha vivido casi toda su vida en Neuilly. «Lo mejor de París», asegura risueña, mientras comparte con unos amigos una mañana de sábado con zumos y galletas en una elegante ostrería de la calle Achille Peretti, donde cobran seis euros por un café y un vaso de agua.
Ser joven en Neuilly, como Estela, debe ser una delicia. Y no solo porque se nota que los jóvenes como ella disponen de dinero para disfrutar de la vida -la renta media familiar es de más de 60.000 euros al año, más de cuatro veces la media nacional-, ni porque el paro entre los menores de 26 apenas supere el 3%. También porque su Ayuntamiento les ofrece servicios gratuitos que resultarían impensables en otras zonas.
El 10% de la superficie de Neuilly la ocupan parques y zonas ajardinadas, engalanadas estos días con puestos navideños en los que las familias compran abetos y figuritas para el Belén, después de visitar los comercios y boutiques de las marcas más exclusivas. Si no van de compras, los jóvenes tienen a su disposición varios gimnasios y piscinas públicas, además de dos pistas de patinaje y 21 pistas de tenis de titularidad municipal, una mediateca pública con 140.000 libros y 25.000 discos y cedés; dos teatros, un cine, una casa de la juventud con locales gratis para las asociaciones juveniles...
Presupuesto
En el 2007, la municipalidad de Neuilly dispuso de un presupuesto de 196,7 millones de euros, más que el del Ayuntamiento de A Coruña, que le cuadruplica en población. Eso permite al barrio de Estela y de Sarkozy disponer, para una población de 60.000 habitantes, de 18 guarderías y escuelas infantiles públicas, tres escuelas de secundaria, tres institutos, un liceo de enseñanza superior y un campus de la Sorbona, además de otras 6.100 plazas en institutos y colegios particulares. También hay dos hospitales, seis clínicas privadas, dos de ellas especializadas en cirugía, y seis residencias públicas para la tercera edad.
No hay ningún muro físico que separe a Neuilly de los barrios pobres de la periferia que están a menos de cinco kilómetros de aquí, pero la barrera entre los habitantes a uno y otro lado se presenta imponente e insalvable, hasta el punto de que es difícil saber quiénes viven realmente en un gueto. «No, nunca se me ha ocurrido ir a los barrios», reconoce Estela. «¿Para qué?».