Los gallegos recuerdan que Chávez sí fue un golpista y apoyan al Rey

INTERNACIONAL

13 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Hugo Chávez no tiene muchos seguidores entre la amplia colonia gallega de Venezuela, compuesta por más de 100.000 personas. Están en contra de la revolución bolivariana porque creen que solo pretende cubanizar un país en el que llevan trabajando y luchando desde hace más de tres décadas. Por eso es normal que aplaudan unánimemente que el Rey de España mandara callar a Chávez en la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile.

«Estivo moi ben, porque él pensa que é Deus e que os demais non son nada», señala Alfonso Méndez, un lalinense que trabajó muchos años en el hotel Hilton de Caracas, hasta que hace poco el Gobierno bolivariano decidió no renovar la concesión y gestionar directamente el emblemático establecimiento. «Estánse quedando con todo», sentencia este emigrante.

Este apoyo a la intervención de Juan Carlos I animará a muchos gallegos a asistir a la concentración convocada por emigrantes españoles en apoyo del Rey en la plaza Altamira de Caracas, un lugar simbólico para el antichavismo porque fue escenario en el 2002 de las protestas de los militares disidentes.

«Ya era hora»

Con todo, a los emigrantes gallegos en el país caribeño les satisface el incidente entre Juan Carlos I y Chávez. En primer lugar porque creen que «ya era hora de que alguien hiciera callar a este tipo bochornoso», explica Rodrigo López Neira, otro empresario de origen dezano afincado en Caracas, y en segundo, porque la crisis ha devuelto el interés por Venezuela justo cuando los gallegos dicen sentirse más abandonados por España.

«Estamos cabreados con la madre patria porque no nos hacen ni caso. Ni el Gobierno, ni los medios de comunicación ni nadie; este país se descompone, se está viniendo abajo y nadie hace nada», señala Raquel Fernández, una exitosa empresaria nacida en Lalín.

También consideran que con su comportamiento en la Cumbre Iberoamericana de Chile, Hugo Chávez «quitouse a careta», explica Alfonso Méndez, quien agrega que «iso é o que temos nós en Venezuela. Desde España déronlle ás e agora é o que hai, está moi ben para que toda a comunidade internacional saiba o que nós estamos a pasar aquí».

Los gallegos de Venezuela también recuerdan que Chávez sí fue un golpista -lideró la revuelta de 1992 contra el presidente electo Carlos Andrés Pérez- «y no como él acusa a Aznar, y ahora también al Rey, de haber estado tras el golpe del 2002. Él sí que es un fascista, que aquí en Venezuela ni existe Estado de derecho ni separación de poderes ni democracia», explica López Neira.

Reforma constitucional

En cuanto a la situación del país por el intento de reforma de la Constitución para, entre otras cosas, que Hugo Chávez pueda ser reelegido presidente de forma indefinida, los gallegos tienen opiniones diferentes.

Raquel Fernández hace suyas las palabras que, comenta, escuchó hace unos días a un amigo. «Me dijo que a Chávez solo nos lo sacamos a plomo -con las armas- y no con elecciones, porque las amaña, y es verdad porque no podemos confiar en el CNE -el órgano electoral- ni en las maquinitas esas que cuentan los votos, todo está trucado», asegura.

Rodrigo López, por el contrario, es más optimista y está convencido de que Chávez no conseguirá sacar adelante en las urnas su polémica reforma constitucional.

«La cosa la tiene difícil y más ahora que el ministro de Defensa ha dicho que no quiere reprimir las revueltas populares con las armas. Chávez seguirá mandando, pero no creo que logre cambiar la Constitución», dice este empresario.