La venta de armas a Libia desata una gran polémica en Francia

Alain Bommenel

INTERNACIONAL

El Gobierno rechaza que la operación sea una contrapartida por la liberación de las enfermeras búlgaras

04 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

parís | El gobierno francés reconoció ayer haber concluido un importante contrato de venta de armas a Libia, un asunto que ha desatado una polémica de grandes dimensiones en Francia.

Los responsables del ejecutivo galo insisten en que el régimen de Muamar Gadafi no obtuvo «ninguna contrapartida» ni «remuneración» por liberar a las cinco enfermeras y al doctor, retenidos desde 1999 hasta el pasado 24 de julio, acusados de haber infectado con sida a más de 400 niños libios.

El debate se centra en por qué Francia dio el visto bueno a la firma de dos contratos millonarios de armamento con MBDA (líder mundial de sistemas de armas guiadas y filial del grupo europeo EADS), tal y como reveló Libia el jueves. Uno de los contratos se refiere a la compra de misiles Milan por 168 millones de euros y el otro a un sistema Tetra de comunicación radiofónica por 128 millones de euros. Francia tiene una participación del 30% en EADS, entre el Estado (15%) y el grupo privado Lagardère (actualmente un 15%, aunque está pasando al 7,5%).

Libia destacó que era el primer contrato de armamento con europeos desde el levantamiento en el 2004 del embargo sobre la venta de armas a Trípoli. Además, durante su visita al país magrebí para lograr la liberación de las enfermeras, Sarkozy firmó un acuerdo de construcción de una central nuclear para desalar agua marina y otro cuyos términos no se publicitaron.

Las revelaciones libias no han pasado desapercibidas a la oposición, que acusa al gobierno de falta de «transparencia» y sospecha que la liberación de los búlgaros puede ser el resultado de maquinaciones con París. El jefe del Partido Socialista, François Hollande, pidió la apertura de una comisión de investigación parlamentaria sobre lo ocurrido, exigencia que ha sido respaldada por el propio ejecutivo galo.

Dicha comisión tiene que «aclarar lo que es una negociación comercial, diría clásica, y lo que es una negociación con un país que desgraciadamente ha retenido a personas durante ocho años y que ha tratado de jugar con ello en terreno internacional», dijo Hollande.