Vulneró una orden judicial de alejamiento para devolver unas llaves y conseguir un reproductor MP y eso le costó una pena de nueve meses de prisión. J.C.L.S., fue convocado para ser juzgado ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Lugo, sin embargo la vista no llegó a celebrarse porque reconoció los hechos a cambio de que el fiscal le rebajase la pena que pedía inicialmente.
La acusación pública calificó los hechos como un delito continuado de quebrantamiento de medida cautelar y planteó una pena de doce meses de prisión. El Juzgado de Instrucción número 1 de Monforte acordó en un auto de 14 de agosto de 2009 una orden de protección a favor de una víctima de malos tratos. A la vez la autoridad judicial prohibió al acusado comunicarse por ella por cualquier medio o procedimientos y, además, le impidió acercarse a una distancia de menos de 200 metros. Dicha resolución le fue notificada el 14 de agosto de 2009. Pese a ello, eludió de forma deliberada y consciente la citada resolución.
Según el fiscal, tres días después de saber que no podía comunicarse con la víctima, acudió al domicilio de esta, sito en la calle Doctor Casares, llamó al timbre de la puerta y le dijo: «Cariño, ábreme la puerta; te dejo las llaves aquí; dame el MP4 y me voy». La mujer le dijo que tenía una orden de alejamiento de ella a lo que él respondió: «No llames a la policía y ábreme la puerta». J.C.L.S, según la acusación continuó en el lugar.
El 18 de agosto de 2009 el juzgado volvió a agravar las penas impuestas al acusado. En este caso le prohibió residir y acudir a Monforte. Al día siguiente de notificarle la resolución fue sorprendido paseando por la calle Doctor Casares de la mano con la mujer.