Rebelión en la aulas

Pablo Núñez

LUGO

16 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Se dice por ahí que este ha sido el inicio de curso más tranquilo de los últimos años en Galicia. Pues que quieren que les diga, con dos convocatorias de huelga en el horizonte, manifestaciones en cada esquina, menos aulas pero más número de alumnos, menos profesores y muchos con asignaciones que hasta ahora no tenían, un ERE de más del 50% en Preescolar na Casa, ¿pero es que no se recuerda ya la historia y la labor de Preescolar desde Antonio Gandoy hasta hoy? No sé a ustedes, pero a mí se me atraganta algo en la garganta, no sé si lograré que pase por ahí la rueda de molino por mucho que la empuje el máximo responsable gallego.

Pero por intentar que comulguemos que no quede, a las «políticas» anteriores añadamos una injusticia más, el intento de desprestigio a los profesores desde los cuatro costados, o desde uno solo, según lo entendamos. Porque parece que la persecución llega desde sólo un costado, pero que se extiende por España a un ritmo preocupante.

¿Quién pierde con ello? El educador claro está. Las familias también, y los niños. Pierden los niños y niñas, los alumnos.

En medio una crisis salvaje, en educación no se puede escatimar ni un céntimo porque es jugar con fuego con el futuro y hasta una posible recuperación económica, que también pasa por la educación. Apunta la OCDE que cada euro invertido en un alumno revierte cuatro en la sociedad. Ánimo, profes. El otro día me lo decía Carolina, compañera vuestra, «nos están quitando la ilusión». Qué no os la quiten.