La leche fresca vuelve de nuevo a la hostelería y las tiendas de Lugo

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

Gandería Quintián, de O Páramo, tramita una expendedora en la urbe

01 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los titulares de la Gandería Quintián, de Friolfe, en O Páramo, Julio López y Chelo López, decidieron poner en valor la explotación en la que su familia lleva trabajando 40 años. El objetivo prioritario era eliminar intermediarios, a través de la venta directa de un producto que sabían de primera calidad y que sale directamente de las vacas de su granja, sometidas a los rigurosos controles oficiales y a otro específico de alimentación. A las vacas de Quintián, cuya leche no se mezcla con la de otras explotaciones, les suministran lino, que aporta a la leche omega 3. Además de vender el producto exclusivo de sus vacas en la primera máquina expendedora que se instaló en la provincia y que está en Sarria, consiguieron hacerse con una cartera de clientes cada vez más amplia, a través de la venta directa, a un euro el litro. En Lugo capital tienen ya unos 25 fidelizados.

El matrimonio se decidió inicialmente por instalar la primera máquina expendedora de leche de la provincia de Lugo y eligieron Sarria, donde funciona desde el mes de septiembre. Desde hace meses incorporaron la venta directa en tiendas de alimentación de barrio, casas de turismo rural, confiterías o restaurantes. El proyecto está en pleno desarrollo y además de iniciar los complicados trámites de una segunda expendedora en la capital lucense, pendientes aun de concluir, sondean otras posibilidades de mercado.

El matrimonio buscó la manera de comercializar los entre 1.500 y 2.000 litros de leche diarios que producen las 55 vacas que tienen en ordeño, de una explotación de 110 cabezas. Ya lo ha logrado con 500, el resto lo entrega a una industria. La solución la encontraron en la propia leche. «Conocemos o produto, que non é doado de atopar -asegura Chelo López- que é gourmet, e o mesmo que producían os nosos avós, pero coas garantías sanitarias de hoxe». Según la propia ganadera, en esa búsqueda de retorno a las raíces y de intentar una salida al problema del sector lácteo, hallaron la fórmula para evitar intermediarios en una parte de la producción, la que venden ellos directamente.

La ganadera de O Páramo asegura que la leche que venden es natural y con la mínima manipulación, lo que permite que sirva para la elaboración de postres.

La explotación de Friolfe dispone de un robot de ordeño que detecta cualquier anomalía en la leche y que además de sacarla del circuito, envía un mensaje al móvil de la explotación. El producto pasa a un tanque de frío, antes de ser sometido al pasteurizado que le permitirá mantenerse fresca durante siete días y conservar el sabor y su valor nutricional.

La ganadería Quintián quiere instalar su segunda máquina expendedora en Lugo ciudad. Confían en poder instalarla antes del verano. Chelo López reconoce que los trámites son largos y las exigencias rigurosas, al tratarse de un producto perecedero. «É lóxico -dijo- que esixan controles».