Directores de Primaria acusan a la Xunta de priorizar a los concertados

Gadea G.Ubierna LUGO/LA VOZ.

LUGO

06 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La puesta en marcha del proyecto Abalar, que repartirá ordenadores portátiles en las clases de 5º de Primaria y 1º de Secundaria, comienza con polémica en la capital. Los directores de varios colegios critican que la Xunta solo haya incluido en la primera fase de este proyecto a un centro público de primaria, el de Paradai, frente a cinco concertados -Maristas, La Milagrosa, María Auxiliadora, Padres Franciscanos y San José-. El reparto en Secundaria no ha suscitado tantas críticas, puesto que hay seis institutos y los colegios religiosos ya citados.

La Xunta hizo público el pasado 25 de mayo el nombre de los 48 centros de enseñanza de la provincia que participarán en la primera fase de este proyecto, cofinanciado por la Xunta y el Gobierno. Y una de las cosas que más ha molestado a los responsables de los colegios no incluidos es que la Consellería de Educación citó a los responsables de los escogidos para informarles, mientras que a los no seleccionados no les notificaron nada ni les han indicado por qué motivo no entran en esta primera fase.

«Nos enteramos en el portal de Educación, porque nadie nos dijo nada», comentaba ayer la directora del colegio Anexa, Pilar Redondo, quien recalcó que había solicitado participar en el proyecto: «Nos interesaba mucho», dijo. Redondo recordó que el centro hizo «un gran esfuerzo» económico para adquirir aparatos electrónicos para que los usen los alumnos. De hecho, dispone de siete pizarras digitales -una pantalla blanca que se puede tocar como si fuera la de un ordenador táctil, necesaria para trabajar con portátiles- para 456 alumnos.

Indignación por el cableado

En un apartado que hay colgada en la página web del proyecto Abalar -Respostas ás cuestións formuladas polos centros educativos- se indica que los requisitos «técnicos mínimos que a consellería ten establecido para o desenvolvemento do proxecto son acceso a Internet cunha velocidade de descarga de 2 Mb/s ou superior; dúas rosetas de datos en cada aula; instalación eléctrica correctamente dimensionada para o sistema».

Los directores que han localizado esta explicación en la web explican, con cierta indignación, que si no tienen el cableado, es porque Educación no lo ha puesto. La directora del colegio Anexa aseguró: «Entendemos que no nos lo han dado porque no tenemos el cableado, pero que quede claro que es porque no nos lo ponen. Aun suponiendo que nosotros tuviéramos dinero, que no lo tenemos, para ponerlo, no lo podríamos hacer porque el cableado es cosa de la Xunta», zanjó Redondo.

El responsable del colegio de As Mercedes, José Enrique Iglesias, afirmó que no han recibido «ninguna explicación sobre cuáles han sido los criterios seguidos para hacer la selección» y coincidió con Redondo en que «algo tendrá que ver el tema del cableado, pero instalarlo es cosa de la Administración». «Yo, hace mucho tiempo que lo solicité para Infantil, pero todavía no he obtenido respuesta», dijo.

En A Ponte tienen un problema similar, según la directora, Carmen Castro. «Hai sete anos que temos feita a solicitude para que a Unidade de Atención a Centros nos habilitara Internet no colexio», afirmó. Ahora critica que no solo no han recibido una respuesta clara sobre cómo y cuándo se dotará al colegio de tecnología, sino que la red wifi de los dos bloques del colegio y los proyectores los han instalado motu proprio, con dinero recibido de premios «da biblioteca e outros cartos». «Pero fixemolo nós», recalca.

Llama la atención que, aunque en el apartado de «Respostas ás cuestións formuladas polos centros educativos» se especifique la cuestión del cableado e Internet, en otro punto de la misma página web pone que «o proxecto garantirá a dotación e o mantemento da infraestructura TIC en todos os centros, facilitando a conversión dos centros educativos tradicionais en Dixitais». A continuación, se cita el equipamiento, la conexión y la infraestructura -instalación eléctrica y cableado, entre otras cosas- que, se supone, garantizará el proyecto.

«La verdad es que no sabemos nada -concluyó la responsable del Anexa- pero el descontento es muy grande. La decisión de la Xunta tiene una lectura muy clara: hay un apoyo total a la enseñanza privada en detrimento de la pública, y eso es muy triste».