La finca de la abundancia incluye unas berzas gigantes

La Voz

BECERREÁ

05 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Pero las productivas tierras del huerto de Vilar de Frades no sólo dan árboles multifruta. A unos metros del curioso peral crecen con desmesura algunas berzas gigantes como palmeras, con tallos que casi son troncos. Carmen necesita una escalera para llegar a las copas de las hortalizas y coger unas hojas que sirvan de alimento a las gallinas. «Prantáronnas as miñas amigas Vicky e Marifé. ¡Teñen pouco máis dun ano e onde van xa!».

Carmen, que produce para autoconsumo, insiste en que no utiliza en su huerto ningún producto químico: «Prefiro que se estraguen algúns froitos e comer cousas naturais; doutro xeito iría ao supermercado».

A la espera de una explicación lógica, la dueña del huerto bromea con que hay algo extraordinario en la sierra do Calamouco, donde se ubica Vilar de Frades, que explica tales bonanzas. Quién sabe si la franja caliza que atraviesa Becerreá deja en O Calamouco algo de su magia, la que baña también los mayores valores naturales del concello ancarés: la ciudad encantada de Os Grobos y el aciñeiral de Cruzul.

Además de las peñas blancas, el paisaje de O Calamouco lo dibujan numerosos torrentes de agua que excavan continuos valles y que engordan las aguas del Navia para convertirlo por en un gran río un poco antes de que abandone definitivamente tierras becerrenses.

Las rutas de O Calamouco, hermosas y abrigadas, son punteras en la orografía gallega para la práctica de la bicicleta de montaña o el senderismo durante los meses de invierno. Bosques, agua y piedra conforman parajes que, como la manzana en el peral y las berzas gigantes, parecen también sacados de un cuento.