Si todos hubiesen captado el mensaje de la representación teatral de la Queimada Popular de Cervo, quizás no se habrían agotado los 2.500 litros de aguardiente que saboreó una multitud en las 3.800 tazas que vendió Airiños do Xunco. No porque la queimada no estuviese buena, que parecía estarlo porque no quedó ni una gota, sino porque el guión de la obra parecía querer transmitir el mensaje de que nadie es tan duro como se cree, porque determinadas situaciones de la vida pueden doblegar al más templado.
O quizá precisamente por eso, porque hay que aprovechar y divertirse cuando las cosas van bien, porque para pasarlo mal siempre hay tiempo. El público que atestó la plaza de O Souto disfrutó con un espectáculo de luz, color y sonido. Con la muerte representada por seres diabólicos, la actuación giró alrededor del miedo que puede desatar. Hasta quien siempre se jactó de no tener miedo, puede sentirlo cuando está en peligro algo que quiere de verdad, pero casi nunca es demasiado tarde si recapacita y aprende a apreciar lo que le da la vida. Con la clave positiva de siempre, en Cervo el bien venció al mal.
Incluso al de la crisis económica, porque se superaron las mejores expectativas. Preveían vender 3.500 tazas para degustar la queimada, a tres euros cada una, cincuenta céntimos más con cordón para colgarla. Y tuvieron que emplear otras 300 de la edición del 2007, porque la de ésta se agotaron, lo mismo que los 2.500 litros de aguardiente que, con la bendición del brujo y previo conjuro, se prepararon en grandes potes. La multitud fue consumiéndolos, trago a trago, desde la medianoche del sábado hasta el alba de ayer.
Ataviados a la antigua usanza, decenas de vecinos protagonizaron los actos que organiza la Asociación Cultural Airiños do Xunco para la Queimada. No está declara de interés turístico autonómico en vano, porque estiman que más de 8.000 personas pasaron anteanoche por Cervo. Ya durante el día hubo mucho ambiente, con el Mercado Tradicional, y también con el concierto que ofrecieron Los Mecánicos por la tarde.