Los tres concellos de la zona luchan por el primer geriátrico de A Ulloa

B. Lázare

LUGO

07 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los tres concellos de A Ulloa mantienen una carrera larvada por conseguir para sus municipios la primera residencia de la tercera edad de la comarca. En esta competición la lucha es directa o bien dando facilidades a proyectos privados, pero pese a varios intentos desde hace años, hasta el momento no cuajó ninguno y esa parte de la provincia sigue sin el servicio. A estas alturas quien tiene las cosas más encarriladas es Palas, donde una empresa está llevando a cabo los primeros trabajos.

Salvo que la actual situación económica se lo lleve por delante, el proyecto de Palas sigue en vigor y el alcalde considera que no hay motivos ni indicios de lo contrario. Una sociedad integrada por empresarios de la zona está invirtiendo tres millones de euros en un centro geriátrico con capacidad para 60 plazas. Para ello adquirió una parcela de 3.000 metros cuadrados a la entrada de la villa, junto a la gasolinera, y realizó ya los primeros movimientos de tierra y está con el cierre de la finca.

Fernando Pensado incidió en que ya hace tiempo que los promotores disponen de todos los permisos y es optimista con respecto al remate, que el mandatario señala para el próximo año. También considera muy importante, como demostración de la viabilidad del proyecto, que la parcela está contemplada para una futura ampliación del edificio hasta triplicar el número de plazas iniciales.

Con anterioridad, hubo un momento en que parecía que iba a ser Monterroso quien se llevase el gato al agua. Según recuerda nuestro corresponsal, José Antonio Pereiro, la primera iniciativa estuvo promovida por el grupo francés Euclide Promotión en el 2004. El Concello le agenció terrenos en la zona de Lamagrande y la empresa adelantó a los propietarios el 60% de su valor. Estaba previsto un geriátrico con 139 plazas, de las que 32 serían para enfermos de alzhéimer. La inversión iba a ser de diez millones y crearía 60 empleos convirtiéndose en la primera residencia de ese grupo fuera de Francia. A pesar de que el proyecto fue presentado oficialmente, se quedó en nada y la promotora perdió el dinero que había adelantado.

Posteriormente surgió otro proyecto de la firma Eurolar Pantón. Adquirió unos terrenos por la salida hacia Pontevedra, a 300 metros del consistorio, con una superficie de media hectárea y 2.500 metros para jardines. Con una inversión de entre tres y cuatro millones, tenía como meta la creación de 130 plazas y otras 40 para el centro de día, con una plantilla de 30 personas.

En la presentación, el autor afirmó que se trataba de un proyecto muy novedoso. El edificio estaba contemplado con cuatro plantas, bajo y sótano. Las tres primeras, destinadas a habitaciones y la cuarta a personas con alzhéimer, en tanto que los servicios de todo tipo estaban situados en el bajo y en el sótano. En octubre del 2007 comenzaron los movimientos de tierra en la parcela, pero la empresa no consiguió firmar ningún convenio con la Xunta y se paralizó todo.