Vecinos y colectivos piden una protección para el suelo que impida a Erimsa extraer cuarzo

X.M.P.

LUGO

20 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Vecinos y colectivos presentaron ayer 300 alegaciones contra el proyecto de extracción de cuarzo promovido por la empresa Erimsa. Las alegaciones incluyen la pretensión de que la Dirección Xeral de Urbanismo recoja la catalogación de suelo de protección agropecuaria para el afectado por la extracción.

Esa consideración, que la mencionada dirección xeral debería plasmar en un informe, implicaría la incompatibilidad de la extracción para las zonas afectadas. El primer paso se ha dado en Cospeito, que fue el primer municipio que sometió a exposición pública el proyecto de Erimsa, aunque se repetirá, según las informaciones facilitadas ayer, en los restantes concellos -Castro de Rei, A Pastoriza y Abadín-. El plazo de exposición pública se ha ampliado en Cospeito por diez días más.

El Sindicato Labrego Galego (SLG), que desde el principio se ha manifestado en contra del proyecto, ha asesorado a vecinos y asociaciones y ha colaborado en la redacción de alegaciones. La responsable comarcal de la organización, Margarida Prieto, concretó ayer que se había asesorado a colectivos como el de regantes de Arneiro o la comisión de la concentración parcelaria de la parroquia de Goá.

Las alegaciones serán enviadas a la Xunta. Mientras tanto, el Concello de Cospeito se muestra prudente sobre la situación: el alcalde, Armando Castosa, afirmó ayer que se estudiaría el asunto de manera detallada y sosegada, aunque sin concretar más. El alcalde del vecino municipio de Castro de Rei, Juan José Díaz Valiño, mostró en días pasados una opinión similar: en este asunto, dijo, a los concellos les compete examinar la documentación y actuar de acuerdo a los informes y a la legislación.

Larga controversia

La incompatibilidad de la extracción de cuarzo y la actividad ganadera en particular y agropecuaria en general ha sido uno de los argumentos usados por los opositores a este proyecto desde el inicio de esta controversia, a principios del 2007. Mientras los críticos alertan de los daños que se producirían y del perjuicio que se causaría a uno de los principales sectores económicos de la comarca chairega, la empresa ha defendido que la extracción resultaría compatible con la agricultura y con la ganadería: para ello ha puesto el ejemplo de la actividad que desarrolla desde hace años en municipios de A Coruña que tienen también notable peso ganadero.