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A San Cosmede desde Pombeiro

C. Rueda / F. Albo

AGRICULTURA

El viejo camino que pasa por las tumbas de O Preguntoiro destaca como una de las rutas de senderismo más singulares y características del municipio de Pantón

16 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El camino tradicional que une las localidades de Pombeiro y San Cosmede es una de las rutas de senderismo de mayor interés y más representativas del municipio de Pantón. El itinerario discurre por uno de los tramos más escarpados del Cañón del Sil, entre grandes moles graníticas coronadas por el macizo de Pena Pombeira, y permite conocer parajes tan singular como las tumbas rupestres de O Preguntoiro. La longitud de la ruta es de 3,2 kilómetros y la dificultad es baja.

La ruta arranca en Cibrisqueiros, uno de los barrios de Pombeiro. Para llegar a esta localidad hay que salir de Ferreira de Pantón por la carretera C-546 en dirección a Ourense. En el kilómetro 2,3 y a la altura de Seguín, hay que desviarse a la izquierda hacia Pombeiro, que se encuentra a 13 kilómetros de este cruce. Antes de iniciar la caminata, es aconsejable visitar -al menos por fuera- la iglesia de Pombeiro, que forma parte de la ruta del románico de Pantón. El templo, coronado por una torre circular, es uno de los ejemplares más notables del patrimonio románico de la Ribeira Sacra.

El camino empieza justamente en el lugar como Regotraveso, junto un soberbio hórreo que se eleva sobre el camino apoyándose en tres pilares de cantería. Tras recorrer los primeros doscientos metros hay que atravesar el arroyo de Fontao para entrar a continuación en la zona llamada Pedreira. Desde este punto se ofrece una excelente vista de los distintos barrios que forman Pombeiro. Otros doscientos metros más adelante aparece una bifurcación, en la que hay que tomar el ramal de la izquierda. A partir de aquí, el camino empieza a cobrar altura y da un brusco giro a la derecha, pasando junto a un grupo de cabañas de almacenaje de hierba. En esta zona pueden verse también antiguas terrazas agrícolas abandonados, que en su día se dedicados a plantar patatas y otros productos de huerta.

Cabañas y canteras

Unos metros más adelante aparecen otras dos construcciones agrícolas, también abandonadas. Junto a ellas se encuentra la fuente de O Preguntoiro y una pequeña presa donde se almacenaba el agua de este manantial para regar las fincas situadas por debajo del camino. En este paraje hay también una mina de de la que los vecinos extraían arena y a pocos metros están los restos de una antigua cantera, de donde se obtenía piedra para construir muros y viviendas.

A una distancia de unos cincuenta metros, por el camino adelante, surge a mano derecha un sendero señalizado que conduce hasta los sarcófagos de O Preguntoiro, tallados en una roca que emerge del suelo. El conjunto -difícil de datar, pero que podría pertenecer a una de las primitivas comunidades monásticas que existieron en la zona entre los siglos VI y VII- está formado por cuatro tumbas. Dos de ellas están abiertas, con su interior vacío a la vista. Una tercera sepultura quedó sin rematar, simplemente perfilada en la peña. La cuarta tumba es la única que permanece tapada. Al lado hay una pila de forma rectangular y los restos de lo que al parecer fue una antigua capilla conocida, según la tradición local, por el nombre de San Xoán Degolado. A la entrada del lugar, por otro lado, hay una piedra de granito en la que está grabada la siguiente inscripción, según la interpretación de Nicanor Rielo: «Ora frater asterig alfape», que tal vez se refiere a un monje llamado Asterigo. Con respecto a esta piedra se cuenta en los alrededores una curiosa anécdota. Un vecino de San Cosmede llamado Suso convenció a unos conocidos para intentar levantar esta piedra con palancas de hierro, en la creencia de que bajo ella estaba escondida una olla llena de oro. Pero por más esfuerzos que hicieron no consiguieron mover la piedra ni encontraron el supuesto tesoro.

Medio kilómetro más adelante está el lugar de As Bouzas, muy apreciado en toda la zona por sus huertas, sus viñas y un gran bosque de castaños plantado sobre una pendiente aterrazada.