Sarria-Lugo: ¿en bus, tren o coche?

Lucía R. Insua

LUGO

Viajar a diario a la capital exige echar cuentas sobre el transporte más rentable: el autocar lo es por horarios; el ferrocarril, por precio; y el vehículo, por comodidad

13 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«¿Es mejor que vaya en tren, en autobús o en coche?» A este dilema se han enfrentado en algún momento las personas que, por ejemplo, viven en Sarria y trabajan en Lugo o viceversa. Partiendo de una media de 40 viajes al mes -ida y vuelta de lunes a viernes cuatro semanas-, en otras regiones el ferrocarril es sin duda la opción más ecológica y con mejor prensa. Sin embargo, en la provincia de Lugo no es tan idílica, aunque sí una de las más rentables. Tras la subida tradicional de principios de año, un billete de este trayecto cuesta 2,60 euros, por lo que el gasto mensual asciende a 104 euros. ¿Cuál es el gran problema del tren? Su escasa flexibilidad horaria, ya que en cada destino (Sarria y Lugo) únicamente ofrece entre dos y tres salidas y llegadas, distribuidas a lo largo de la jornada, pero muy espaciadas en el tiempo.

Más operatividad a nivel de horarios presenta el autobús, la otra posibilidad de transporte público entre la localidad sarriana y la capital. Cuarenta viajes requieren un desembolso de 118 euros al mes -2,95 euros viaje-. Para rebajar la cifra, la concesionaria de la línea, Monbus, propone la adquisición de un bono mensual limitado. «Haciendo entre 20 y 39 viajes, el descuento es del 10%», informan en la compañía.

Pero lo que en principio parece una ventaja a menudo puede volverse en contra. «Hay que pagar el bono por anticipado y si en un mes no completas ese número de viajes, pierdes el dinero, porque no son acumulables para el mes siguiente», lamentó una viajera.

Otro inconveniente del autobús que cubre el trayecto Sarria-Lugo es el escaso número de paradas que tiene en la ciudad. «Continúa con las que tenían hace treinta años, como la llamada ''de las enfermeras'', en la Cruz Roja de la avenida de Madrid», destacó una usuaria.

En este sentido, llama la atención que a estas alturas el autocar que viene o va a Sarria no esté autorizado a hacer un alto en la zona del campus universitario, donde podrían apearse un buen número de estudiantes.

Analizado el transporte público, como bus y tren, y descartados otros medios como el taxi, al trabajador le queda, como de costumbre, la posibilidad de siempre: viajar en coche.