Para Sanidade no va a resultar fácil ejecutar el compromiso de aplicar la Ley de Incompatibilidades. El principal obstáculo para ello no son los centros privados ni la voluntad de los propios facultativos, sino el déficit generalizado de especialistas. Desde diferentes sectores surgen voces que alertan de que si la ley se aplica de forma estricta podría llegar a colapsarse el sistema. Una de las razones estriba en que los centros privados están contribuyendo, tanto con intervenciones quirúrgicas como a través de la realización de pruebas diagnósticas, a aligerar unas listas de espera que, a partir del 1 de enero, en cuanto entre en vigor el convenio, podrían incrementarse.
El Sergas es consciente de esa posibilidad. Hace meses el propio director provincial del Sergas, José Luis Rodríguez, reconocía que solucionar el problema iba a ser difícil, pero insistió en que en todo caso la prioridad era la de asegurar la atención al usuario.
El propio director provincial reconoció en aquella ocasión que iba ser difícil cumplir en una primera fase al cien por ciento con lo estipulado en la Ley de Incompatibilidades.
Con todos estos cambios el objetivo final de la Consellería de Sanidade es el de poner freno a determinadas situaciones que se le escaparon de las manos, durante los últimos años, especialmente en las provincias de Lugo y Ourense.
Lo cierto es que la fecha tope para finalizar el periodo transitorio está a punto de finalizar. El 1 de enero del año próximo tendría que entrar en vigor el acuerdo y salvo la búsqueda de especialistas por parte de los centros concertados, no se han movido más fichas. Los médicos tampoco saben con exactitud cómo se aplicará el convenio.