Fuentes ricas en ocio y salud

Eva Ocampo LUGO

LUGO

FOTOS: ÓSCAR CELA

En directo | Manantiales con propiedades terapéuticas Pardiñas, San Xoán de Lagostelle y Valdovín, en el Concello de Guitiriz, son los tres puntos a los que numerosos vecinos y visitantes acuden para tratamientos médicos

19 ago 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

El agua es para los guitiricenses un gran tesoro y, sin duda, una de sus principales riquezas. Tres fuentes minero-medicinales se unen a través de la ruta del auga y atraen a numerosos visitantes deseosos de comprobar sus tan conocidas propiedades curativas. Son aguas sulfuradas, fluoradas, sódicas y radioactivas, cualidades propicias para la cura de enfermedades. Pardiñas posee una de estas fuentes, que se encuentra en un edificio construido en 1955. La responsable del lugar, Fina Prieto, afirma: «A auga é moi boa para o fígado, a vesícula e o riñón». A la zona acuden numerosas personas procedentes de la provincia, de Galicia o de la península. Y este año, incluso recibió la visita de un estadounidense. Para un tratamiento con este líquido se necesita una prescripción médica, por lo que el edificio cuenta con una sala de consulta a la que acude a menudo un facultativo de medicina general. Este proceso se aconseja que dure un mínimo de nueve días y un máximo de 21. El agua se toma en ayunas y se recomienda empezar con poca cantidad. El manantial recibe alrededor de 200 personas al año, aunque los meses de verano son los que acogen mayor número de visitas. La gente suele ser mayor de 40 años y, sobre todo, acostumbran a ser habituales de la fuente. «Para min as augas foron unha bendición. Estaba chea de ir aos médicos e non había quen me sacara os cólicos. Dende que veño aquí estou contentísima», declara Élida Pérez, una asidua del lugar desde hace 40 años, que vive en Ribeira do Piquín, pero que todos los veranos pasa unos días en Guitiriz. Actualmente, está en proyecto la realización de un pequeño hotel de tres estrellas. De momento, cuenta con apartamentos, camping y hostales. San Xoán de Lagostelle Las propiedades terapéuticas del manantial de San Xoán de Lagostelle, que se encuentra en el recinto del Gran Hotel Balneario de Guitiriz, también son muy populares. El líquido fluye con una temperatura de 15 grados centígrados y está indicado para las vías biliares, el hígado, problemas gástricos, trastornos metabólicos (disminuye la diabetes, el colesterol, el ácido úrico y la tensión arterial). La aguas también son muy recomendadas para la piel (como tratamiento contra el envejecimiento) y el reumatismo (en este caso, se aconseja calentar el agua previamente). No sólo tiene propiedades físicas, sino también psíquicas, ya que son una cura contra el estrés y los problemas de ansiedad. Al igual que en la anterior ocasión, es necesaria una receta médica que aconseje la toma de esta agua. Para ello, un doctor acude lunes, miércoles y viernes al balneario, de nueve de la mañana a dos de la tarde. Olga Gómez, una de las encargadas de la limpieza de este espacio, asegura que «la gente que más viene es la de mediana edad, y son muy asiduos los madrileños o barceloneses». Para los vecinos de Guitiriz el agua es gratuita, es un bien del pueblo; incluso la de los manantiales de Pardiñas y San Xoán de Lagostelle, ámbitos de propiedad privada. No es así para los visitantes, que tienen que pagar por su consumo. Valdovín El agua de la fuente de Valdovín, que se encuentra en la parroquia de San Estevo de Parga, tiene el mismo origen que la de Lagostelle. El manantial fue descubierto en el año 1950 y en agosto del año 2002 se inauguró esta zona tras unas obras de acondicionamiento y remodelación, con la finalidad de hacerla más accesible a los usuarios. De este modo, el paseo hasta allí se hace mucho más agradable. El interés y esfuerzo de los vecinos del lugar por proteger su agua impidió la privatización de este pequeño paraje rodeado de árboles. Aquí, cualquier persona puede consumir el líquido sin previo pago. «Sobre as catro, cinco da tarde soe vir xente de idade, tanto de aquí do pobo como veraneantes de Bilbao», afirma Antonio Ramil, un conocedor del lugar. Las cualidades curativas del agua son las mismas que las de la fuente del Balneario de Guitiriz: sobre todo, son muy recomendadas para el hígado y para la piel. En la zona podemos encontrarnos con dos chorros: uno para beber, y otro que da servicio a un lavadero de articulaciones, adaptado especialmente para esto. El recinto es una pequeña área de descanso en la que la piedra y la madera son las protagonistas. Bancos y mesas permiten a los visitantes descansar y disfrutar de una merienda al aire libre. Un sitio tranquilo y muy saludable, flanqueado por la naturaleza. También hay acondicionadas zonas de sombra. La barbacoa es otra de las prestaciones que no puede faltar en este tipo de emplazamiento, al igual que un limpio y cuidado césped.